Gastón Rodrigo Gil, el hombre que golpeó brutalmente a su expareja, Stefania Sánchez, fue beneficiado con prisión domiciliaria aunque continuó amenazando a la víctima desde la cárcel y no hay tobilleras electrónicas disponibles para controlarlo. La Justicia debió tomar una medida alternativa: será vigilado por la policía.
El hombre, de 46 años, está acusado por lesiones agravadas por un contexto de violencia de género, amenazas y daños. Su caso se conoció tras la difusión de un video que muestra la brutal paliza que le dio a su exnovia en la casa que compartían en Martínez, San Isidro.
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El cumplimiento de la domiciliaria será controlado por un patrullero que pasará por la casa de la madre de Gil -donde el acusado fijó domicilio- para comprobar que la cumpla
En las imágenes de una cámara de seguridad interna, se puede observar cómo Gil le pega una serie de trompadas y patadas, le estrella el celular contra la pared y la ataca hasta que ella logra escapar por un balcón. Ocurrió en abril de 2019.
Tras terminar la relación con Gil, se mudó a un departamento de Palermo pero el hombre seguía acosándola por mensajes en los que en los que le decía que la "iba a matar", "romperle la cabeza" y hacerle "volar por el balcón".
La joven denunció el hecho ante la fiscalía de San Isidro. Presentó los videos, audios y mensajes por WhatApp pero sostuvo que la Justicia "no hizo nada".
Pese a la denuncia, el agresor continuaba en libertad hasta que en septiembre de ese mismo año, apareció en la vivienda de Sánchez, la volvió a golpear pero el portero alertó a los efectivos de la Policía de la Ciudad que lo detuvieron.
Desde entonces, estaba en prisión y seguía amenazando a su ex. De todos modos, la Justicia le concedió la domiciliaria.