Los fiscales a cargo de la causa que reveló la existencia de una estructura dedicada a blanquear dinero del Cartel de Cali en Argentina pidió la elevación a juicio de los imputados, entre ellos, el futbolista Mauricio "Chicho" Serna, María Isabel Santos Caballero y Juan Sebastián Marroquín Santos, la viuda y el hijo del capo narco Pablo Escobar Gaviria.
Si el pedido es aceptado, el futbolista y los familiares del "Patrón" deberán explicar a un tribunal el vínculo que los une a José Byron Piedrahita Ceballos, un poderoso ganadero colombiano que formó parte de la jefatura del cartel de los hermanos Orejuela y que es conocido como "El Árabe".
El caso, bajo la lupa del fiscal federal de Morón Sebastián Basso, las Procuradurías de Narcomininalidad y Lavado de Activos (PROCUNAR y Procelac), tomó visibilidad con el allanamiento al "Café de Los Angelitos" y el posterior hallazgo de documentación que vinculan a Serna y a Santos Caballero y Marroquín con el actor principal del expediente.
En primer lugar, en un contrato firmado en 2011, el emprendedor inmobiliario Mateo Corvo Dolcet -líder del grupo en el país- les aseguró a madre e hijo un 4,5 por ciento de los negocios entablados con "El Árabe". Para los investigadores, ese fue el puntapié inicial del blanqueo en Argentina de las divisas del cartel que reemplazó al de Medellín, tras la muerte de Pablo Escobar.
En el caso del futbolista, lo acusan de haberle entregado a Piedrahita "a un precio irrisorio y ficticio" tres propiedades a su nombre. La figura de Serna en el expediente se complicó aún más luego de la declaración de un testigo de identidad reservada que lo señaló como el testaferro del ex jefe de la Oficina de Envigado Carlos María Aguilar.
"Santos Caballero, Marroquín Santos y Serna Valencia efectuaron un aporte esencial para que la organización pudiera poner en circulación en el sistema financiero argentino bienes provenientes de maniobras de narcotráfico desplegadas en Colombia y los Estados Unidos, con el objeto de que adquiriesen apariencia de lícitos. Para ello, los imputados habrían desarrollado una serie de actos tales como conversión, transferencia, venta, gravamen, disimulación, compra, venta y recompra de acciones", señalaron los representantes del Ministerio Público Fiscal.
En cuanto a la importancia de Piedrahita, resaltaron que fue "una persona que ocupaba cargos jerárquicos dentro de todas las estructuras criminales que integró desde los años ‘90". Los fiscales presumen que conoció a Escobar Gaviria. Incluso, el testigo colaborador dio detalles de su función de jerarquía en el Cartel de Cali.
El pedido de elevación a juicio también alcanza a María de los Ángeles Verta, María Gabriela Sánchez y Pedro Antonio Ruíz, acusados de el haber integrado una asociación criminal de corte internacional que operó en el territorio argentino desde al menos el año 2008, cuando se detectaron las primeras inyecciones de fondos.
