Tras los resultados negativos de los rastrillajes realizados ayer en el kilómetro 47 de la Autopista Buenos Aires-La Plata en busca de Gisella Solís, la odontóloga desaparecida hace ocho días, su familia se aferra a una última esperanza: "Creemos que se ha perdido, puede estar sin memoria".
"Seguimos buscando a Gisella viva", remarcó esta mañana en TN Mariela, su hermana. En ese sentido, aseguró que ella "jamás se hubiera ido" y especuló con un posible estado de shock. "Quiero pensar que está sin memoria... Quizás no sabe que la estamos buscando".
La última persona que vio a la odontóloga fue su novio, Abel Casimiro Campos. Con él justamente tuvo una fuerte discusión antes de que se le perdiera totalmente el rastro. Sin embargo, el hombre no llegó a declarar ante la policía porque se pegó un tiro en la cabeza cuando fueron a buscarlo.
"La respuesta se la llevó Abel: él tenía la respuesta y no sé por qué se mató", se lamentó Mariela. Campos tenía una doble vida. Además de la relación que llevaba adelante con Gisella, tenía otra mujer y dos hijos en Lobería. Ese había sido un motivo de conflicto en la pareja que, según la hermana, ya habían superado.
"Él se iba a divorciar", señaló la mujer, y resaltó que en ese último encuentro que tuvieron habían brindado porque "les había salido un préstamo e iban a empezar una nueva vida". Ese dato explicaría las dos copas con restos de vino que quedaron sobre la mesa en la casa vacía de la odontóloga pero sigue dejando sin respuesta los ocho días sin rastros de ella y la decisión de quitarse la vida de su pareja. "Nadie se mata por una discusión", enfatizó.
Por su parte, la fiscal de La Plata Ana Medina confirmó a los medios que la búsqueda se amplió a varios municipios cercanos a la ciudad y del sudeste del Gran Buenos Aires. "La buscamos con vida, pero no podemos descartar de que haya sido víctima de un hecho delictivo. Se están pidiendo las cámaras de seguridad de distintos municipios", expresó.
