Aunque todavía se continúan investigando todos los detalles en torno a la muerte del socio de Racing en la sede porteña del club en Villa del Parque, crece la hipótesis de un homicidio y, de a poco, se descarta la teoría de un accidente.
Según la autopsia, Nicolás Pacheco no murió ahogado y tenía golpes que eran "incompatibles con una caída". El cuerpo tenía lesiones y fracturas en el tórax que difícilmente se habrían originaron por una caída al piso o a la pileta donde lo encontraron sin vida.
A su vez, los peritos detallaron que el periodista de 32 años sufrió "politraumatismos, fractura de cráneo, contusión y hemorragia meningo encefálica" que habrían requerido de la autoría de un tercero, tal como lo había indicado la semana pasada el abogado de Racing, Mariano Cúneo Libarona.
Por otro lado, la versión de una vecina -quien prefirió resguardar su identidad- cerraría el círculo que se empezó a dibujar con algunos datos que proporcionó el médico del SAME que llegó a la escena del crimen el jueves por la mañana temprano.
Según el profesional de la salud, Pacheco había muerto dos horas antes de que él lo atendiera. La ambulancia arribó al club pasadas las seis. Estos detalles se complementan con la postura de la mujer del barrio quien denunció que esa madrugada, precisamente alrededor de las 4.05, llamó al 911 porque sentía gritos y discusiones en la sede.
Para descartar o reafirmar todas las pestañas que conforman este caso, el fiscal de la causa Eduardo de Cubría solicitó una segunda autopsia y análisis toxicológicos e histopatológicos a la víctima para determinar si había ingerido alcohol o drogas esa noche.
También la Justicia ordenó allanamientos en las casas de quienes estuvieron con Pacheco en el asado antes de su deceso. Todos ellos, además, deberán realizarse estudios médicos para determinar si alguno está golpeado o herido.
