El ladrón que murió anoche en la puerta de la casa de la calle Tirso de Molina al 1000, en Francisco Alvarez, tenía antecedentes, estaba armado y además tenía puesto un chaleco antibalas. Sin embargo, lo mató un tiro en el pecho. Lo mató un nene de 13 años.
"Todavía está en shock", contó en TN Marcelo Salinas, el papá del chico que disparó el arma y agregó: "No para de llorar". El hombre contó que los delincuentes entraron a la casa rompiendo el alambrado perimetral y así esperaron a la familia.
Le pedían un dinero a la dueña de casa que no tenían. "La golpearon y le tiraron de los pelos", detalló. Pero después, le apuntaron en la cabeza al hijo menor y entonces fue que el otro reaccionó y tomó la decisión que terminó con la vida de uno de los ladrones y cambió la de ellos para siempre.
Al ver que su cómplice caía al piso, el resto de la banda escapó corriendo y disparando tiros al aire. Uno de ellos rozó la cabeza del menor de los chicos. "Le arrancó un pedazo de cuero cabelludo", indicó Salinas. Los dos hijos se encuentran ahora con un familiar. "No quieren volver a casa", explicó.
