El asesinato de Luciana Moretti fue uno de los femicidios más brutales que se recuerde en nuestro país. Durante la madrugada del 16 de octubre de 2004 Pablo Cuchán, que en ese momento tenía 25 años, mató en su casa de Ingeniero White a su novia, de 15. La descuartizó, y quemó sus restos en una parrilla.
Cuchán fue condenado a una pena de 18 años de los cuales llegó a cumplir 11 años y medio de reclusión en el penal de Saavedra, en Bahía Blanca, pero sin sentencia firme. Después de que le rechazaran el pedido de excarcelación tres veces en los últimos cuatro meses, finalmente obtuvo la libertad asistida.
"Sale un Pablo distinto - dijo el hombre condenado al salir ayer de Tribunales - Maduré y crecí. Hasta que quedé detenido quemé muchas etapas de mi vida". Sostuvo además que no tiene "nada que decirle" a la familia Moretti y que sólo quiere reencontrarse con los suyos.
"Sabíamos que tarde o temprano esto iba a ocurrir", se lamentó por su parte Antonella Moretti, la hermana de Luciana. Desde las redes sociales acompañó la lucha de su padre convocando a marchas para conseguir una sentencia firme y efectiva. "Es un día muy difícil y de mucha angustia", escribió en su Facebook.