La familia de Natalia Melmann, la adolescente violada y asesinada en Miramar en 2001, marchó este miércoles a la Plaza de Mayo para repudiar el fallo que dejó impune el crimen de Lucía Pérez. Sin embargo, en medio del reclamo, sufrieron un golpe inesperado: los tres policías que mataron a su hija podrán salir sin custodia ni tobillera.
// Caso Natalia Melmann: absolvieron a un expolicía acusado de haber participado en el crimen
En un nuevo capítulo judicial de las tantas idas y vueltas que tuvo el caso, Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez, condenados todos a prisión perpetua, fueron beneficiados con salidas transitorias un domingo cada 15 días.
De acuerdo a la resolución, las salidas serán de 8 a 20 pero los expolicías no tendrán ningún tipo de control. No usarán tobilleras electrónicas ni tendrán custodia policial, y tampoco contarán con la guarda del patronato de liberados. "No le encontramos explicación", se lamentó el papá de Natalia y señaló: "Están deshaciendo el fallo que dio la Cámara de Casación Penal, donde dicen que debe aplicarse el cumplimiento efectivo de la pena".
“La verdad es que nunca tenemos paz, nunca resolvieron ni investigaron a todos los que participaron del homicidio de Natalia, que no son tres sino 5 porque hay restos de ADN en su cuerpo", manifestó Gustavo Melmann al portal 0223. Para ellos, y no tienen dudas, "nunca los quisieron investigar".
"Se violó, torturó y mató a una jovencita con el sólo objetivo de hacerla sufrir”, expresó. No encuentran explicación, no tienen alivio pero, además, la nueva decisión de la justicia les trae preocupación. “Estos asesinos tienen una patología y cuando tengan otra oportunidad, van a volver a matar. Nunca pidieron perdón".
El crimen de Natalia
La adolescente de 14 años desapareció la madrugada del 4 de febrero de 2001, después de ir a bailar a un boliche de Miramar. Encontraron su cuerpo cuatro días después, escondido en un vivero municipal.
La crueldad de la que había sido víctima salió a la luz con el resultado de la autopsia. La habían violado en reiteradas oportunidades, pero antes la torturaron. La maniataron, la quemaron y la estrangularon con el cordón de una de sus zapatillas.
En 2002, la Justicia encontró culpables a los policías Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, en concurso con dos o más personas para procurar su impunidad”. Los tres fueron condenados a prisión perpetua.
El otro condenado fue Gustavo Fernández, más conocido como "El Gallo". Recibió una pena de 25 años de prisión por ser considerado como la persona que entregó a Melmann a sus asesinos, pero quedó absuelto de los cargos de coautor del homicidio. Fernández es el único que se encuentra en libertad, vive en Miramar y trabaja como albañil.