El delincuente entró a una mueblería de la localidad de Lomas del Mirador el lunes a plena luz del día y obligó a su dueño, que estaba adentro junto a su socio, a encerrarse en el baño del local. Lo puso de rodillas en el piso mientras le pegaba culatazos con su arma en la cabeza para que le dijera dónde guardaba el dinero. En medio de la locura, el comerciante tuvo una reacción inesperada, forcejeó con el ladrón y lo desarmó. Tres detonaciones retumbaron de golpe y todo se llenó de sangre.
"Fue instintivo", declaró después el hombre, que un primer momento creyó que era él quien estaba herido. Pero no fue así. Los tiros habían impactado en uno de los brazos y en el abdomen del ladrón, quien ya herido pudo arrastrarse hasta la vereda pero murió poco después de que lo trasladaran al Hospital Paroissien.
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El dueño del negocio fue asistido también por las heridas cortantes que tenía en la cabeza y después indagado por la fiscal de La Matanza, Mariana Sogio, quien lo dejó en libertad al considerar que actuó en legítima defensa.
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El cómplice del delincuente muerto lo esperaba afuera en una moto y escapó en cuanto se escucharon los disparos. A pesar del operativo cerrojo que desplegó la policía en la zona para capturarlo, todavía se encuentra prófugo.
Casi al mismo tiempo que la violenta escena de desarrollaba dentro de la mueblería, un jubilado de 72 años asesinaba a un ladrón que entró a robar armado con un cuchillo en su casa de la ciudad de La Plata.
