La fama de Daniel Bellini, el dueño de la discoteca Pinar de Rocha, cambió en 2011. Fue cuando lo condenaron a 16 años de prisión por el crimen de su pareja, la bailarina Morena Pearson. Después, Casación bonaerense le redujo la pena un año y, en 2013, le otorgaron la domiciliaria porque sufre el mal de Parkinson. Ahora, el "Rey de la noche", como lo conocían, obtuvo la libertad condicional.
Los requisitos para que goce del beneficio los fijará el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Morón, el mismo que en diciembre pasado rechazó un pedido de la defensa de Bellini para liberarlo. En esa oportunidad también estableció que tenía que permanecer detenido hasta 2023 ya que, además de la condena por matar a Pearson, tenía otra causa por falsificación de dólares por la que había recibido una pena de siete años de prisión.
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Bellini y Pearson tenían una hija y vivían frente a la discoteca, donde la mujer bailaba. El empresario reconoció que la noche del crimen habían discutido y pensaban separarse. Ella volvió sola a su casa y más tarde, cuando él llegó, la encontró tirada sobre un charco de sangre en el vestidor. Tenía un tiro en la cabeza y el arma en la mano.
El suicidio de su mujer fue la hipótesis que pretendió instalar entonces el hombre, atribuyéndoselo a una supuesta depresión que atravesaba por problemas alimenticios. La versión se fue cayendo a medida que se conocían los resultados de las pericias. No había rastros de pólvora en las manos de la víctima, en la pistola calibre 9 milímetros usada no había huellas - la habían limpiado -, y se habían borrado también del celular de la bailarina todos los mensajes que envió y recibió durante los minutos previos a que encontraran su cuerpo baleado.
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El último dato cobró relevancia con el testimonio de un exbailarín de Pina de Rocha que estuvo con ella la madrugada fatal y que, además, habría sido el motivo por el que se originó la pelea de la pareja. El hombre sostuvo que lo último que recibió de ella fueron dos mensajes: : "Me separé de Dani porque cree que estoy con vos" , decía el primero. El segundo fue un anticipo de la tragedia: "Me quiere matar".
