Al fiscal que investiga la desaparición de Daiana Garnica en Tucumán le faltaba sumar indicios para comprobar que existe un pacto de silencio entre los 13 detenidos del caso y ahora, lo encontró. La nota estaba junto a una tela manchada con lo parecería ser sangre, en la casa de la cuñada del principal sospechoso, Darío Suárez, y decía: "Lavá todo y no digas nada".
El trabajo de los perros de los bomberos voluntarios de Punta Alta ayudó a fortalecer la teoría de que Suárez asesinó a la adolescente de 17 años, quemó su cuerpo en un horno de la ladrillera donde trabajaba - que volvió a ser prendido justo el día de su desaparición, después de siete meses - y que todo lo hizo protegido por una red de encubrimiento del resto de los detenidos, varios de ellos parientes suyos.
Esta última nota se suma a la serie de mensajes con los que ya cuenta la investigación. Por un lado, los que sugieren que el acusado mantenía o habría pretendido tener una relación con Daiana y otros, vinculados directamente con ocultar el crimen.
Cierto es que Suárez, aunque detenido, no se encuentra incomunicado y bien podría haber aprovechado las visitas para dar órdenes o pedir favores. Es por eso que todos los mensajes manuscritos que se encontraron serán sometidos a pericias caligráficas para confirmar quién los escribió.
La adolescente desapareció el sábado 6 de mayo después de salir, engañada, a encontrarse con el sospechoso. Los días pasan y no la encuentran, por eso Sergio Pérez, representante legal de la familia Garnica, ya admitió que esperan "lo peor". Sin embargo también aclaró: “No nos interesa que haya un pacto de silencio, lo importante es que se suman indicios que complican la situación procesal de Suárez y de su entorno. Por más que no hablen, se van sumando pruebas en contra de ellos”.