La localidad de Pico Truncado no sale de la conmoción desde que se conoció en la madrugada del miércoles la muerte de Oriana Espósito, una de las mellizas que horas antes había escapado de su casa tras mantener una fuerte discusión con su mamá. En medio de la conmoción y un fuerte hermetismo oficial, los vecinos revelaron una trama de abuso y violencia familiar.
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Nadie había denunciado la desaparición de las mellizas Oriana y Brisa, pero su foto empezó a circular el martes a la tarde en las redes sociales y todos los vecinos estaban alerta. Pero recién pasada la medianoche se supo que una de ellas había aparecido muerta en el patio de su propia vivienda y la otra en estado de shock.
Durante las horas previas varios testigos aseguraron haber escuchado gritos, pero dijeron que no les había llamado la atención porque eran frecuentes en esa familia.
En diálogo con La Opinión Zona Norte, los vecinos contaron que tanto las mellizas de 18 años como el resto de sus hermanos, una adolescente de 15, un nene de 8 y dos nenas de 4 y 3 años, eran víctimas de violencia psicológica y eran maltratados también físicamente por su madre.
"Ella las golpeaba mucho, les pegaba con lo que tenía en la mano", manifestaron, y añadieron que la violencia era tal que "a una de las chicas le pegó en la espalda con un martillo y otra vez las sacó a correr con una manguera de riego”.
Según contaron, la mujer no les permitió terminar el colegio a sus hijas para obligarlas a trabajar y las chicas se habían desmayado más de una vez porque tampoco les daba de comer. "Las tenía esclavizadas", remarcaron en particular sobre la situación de las hermanas mayores.
“Todos en Pico Truncado sabían la violencia que pasaban las chicas, todos las vieron con golpes, con las uñas marcadas en el cuello y con sangre. Esto no es sorpresa, las chicas podrían haberse ido de la casa, pero no lo hicieron por sus hermanos, ellas los criaron... Yo creo que la chica se suicidó, porque no aguantó más”, concluyó otra vecina.