Desde que a comienzos de junio Cristina Castro denunció la desaparición de su hijo, Facundo Astudillo Castro, el caso tomó una trascendencia social y mediática cada vez mayor. La mamá de “Kufa” gritaba pero nadie la escuchaba. Un mes tardó en llegar la foto del joven de 22 años a la tapa de los principales diarios del país.
A medida que los días pasaban sin respuestas, la incertidumbre crecía al ritmo que aumentaban las sospechas sobre la fuerza de seguridad de la provincia de Buenos Aires.
A 70 días, las únicas certezas eran que, el 30 de abril, Facundo había salido de su casa en Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca para reconquistar a su exnovia y que había sido detenido en Mayor Buratovich porque no contaba con el permiso para circular.
La visibilidad en la prensa y los pedidos de organismos de Derechos Humanos, pareció tener un efecto sobre la investigación: con la Justicia y la policía bonaerense a un lado, el fuero federal se hizo cargo de la causa. Y llegó el megarastrillaje que tanto había suplicado la mamá de Facundo.
// Confirmaron que el cuerpo encontrado en Villarino es de Facundo Astudillo Castro
El 10 de julio trascendió la última foto del joven, tomada por los efectivos que lo detuvieron por violar la cuarentena decretada por el Gobierno. Los oficiales habían declarado que, luego de labrarle un acta de infracción, lo dejaron seguir su camino por la Ruta 3.
Con el expediente en manos del fiscal Santiago Ulpiano Martínez y de la jueza María Marcela Marrón, las dudas de la familia continuaron.
La madre de Facundo cuestionó con dureza al fiscal y pidió en dos oportunidades que lo apartaran. Sin embargo, Marrón lo confirmó al frente de la instrucción.
Uno de los momentos más importantes del caso fue el hallazgo de un amuleto de Facundo en la comisaría de Teniente Origone. Más de 100 días de la desaparición, un pescador avisó a la policía que había visto un cuerpo semienterrado en un cangrejal de Villarino Viejo.
Ante las hipótesis en el expediente y las acusaciones contra la policía, el propio ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, descartó la posibilidad de una desaparición forzada. “Fue un gran show haber insistido en esa teoría”, aseguró en TN.
Con la confirmación de la identidad del cuerpo, la causa aún espera varias pericias. Entre ellas, a un patrullero de Bahía Blanca que, el 8 de mayo, salió de su recorrido y realizó movimientos inusuales a unos 800 metros del sitio donde se encontró el cuerpo de Facundo.
Línea de tiempo del caso
El 15 de agosto la Policía Federal Argentina informó la presencia de “restos óseos” en Villarino Viejo, un área cercana a Bahía Blanca ubicada a la altura del kilómetro 717 de la Ruta 3. Se trataba de un esqueleto incompleto que un pescador había encontrado junto a un canal de agua. Fuentes del caso aseguraron que tenía un alto grado de deterioro y “al menos 90 días de antigüedad”.
Más tarde, el 25 de agosto, se llevó a cabo en la exESMA la autopsia del cadáver, la cual estuvo a cargo de un grupo de 15 peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Finalmente, el laboratorio de genética de Córdoba del EAAF confirmó que los restos óseos encontrados en Villarino son de Facundo Astudillo Castro. Según se informó, el ADN del cuerpo “coincide 100%” con el de su madre. Sin embargo, el final de la investigación todavía parece lejano. A más de cuatro meses de aquel 30 de abril en que se produjo su desaparición, las circunstancias en las que el joven murió siguen siendo un misterio.
