La palabra de Pablo Albarracini, por estas horas, es clave para que el calvario familiar termine y puedan realizarse la transfusión sanguínea que necesita para que su mejoría sea más rápida tras haber sido baleado hace dos semanas.
La hermana del joven testigo de Jehová, que había dejado asentado por escrito su negativa a una transfusión por cuestiones religiosas, habló sobre el estado del Pablo y aseguró: “Desde que despertó, todo ha ido para adelante y eso me llena de felicidad”.
En una entrevista con Clarín, Natalia relató el estado actual de su hermano: “Reconoce a algunas personas y asiente con la cabeza, pero tiene una sonda en la boca que aún le impide hablar ”.
Este punto es clave ya que los médicos necesitan contar con la aprobación de Pablo para poder efectuarle la transfusión siempre y cuando decida modificar su testamento.
“Ahora todo se va a dar muy lentamente”, dijo Natalia. En tanto, la abogada del padre de Pablo, que no descartó recurrir ante la Corte Suprema en los próximos días, también reveló que los médicos pidieron que no lo presionen.
