Vanina Osorio nunca imaginó lo que vendría luego de que su hijo regresara de una fiesta en Trelew. Dos días después una chica con la que había estado en ese lugar lo denunció por abuso sexual. Entonces, empezaron los escraches en las redes sociales. También las amenazas de muerte.
// Un joven se suicidó después de que lo acusaran falsamente de abuso
“Jamás lo llamaron a declarar. Nunca se pudo defender", manifestó angustiada Osorio, a Diario Jornada. Además, afirmó que el relato de la denunciante "no es coherente" y advirtió: "Estas personas que escrachan tienen que cortarla. Es un desastre. Para eso está la Justicia".
La chica y su hijo ya se conocían. Volvieron a encontrarse en esa fiesta y, según la versión que le dio su hijo, ella se había quedado dormida en la habitación y él fue a despertarla porque se tenían que ir. "Ella lo tiró a la cama", afirmó Osorio. Estuvieron un rato juntos y después la joven se fue sola en un auto.
Los amigos del joven denunciado le avisaron el lunes por WhatsApp que lo habían denunciado. "Yo quedé sin saber qué hacer. Ningún padre sabe qué hacer. Quedás paralizada", explicó. Como nunca les llegó ninguna notificación, no fueron a la comisaría. Los padres de la presunta víctima tampoco se contactaron con ella y, asegura, ni siquiera los conoce. "Ahora está todo con abogados”, indicó.
Desde ese momento, la mujer contó que su hijo no pudo recuperar su vida normal. Incluso durante sus vacaciones, cuando fue a la playa, dos chicas le pegaron mientras le gritaban abusador. “Él quiere que se termine esto de una vez. Estamos cansados. Puede pasar a mayores. Ya ha tenido amenazas".
“Los médicos forenses la evaluaron (a la víctima). Ella decía tener moretones. Y con papeles en mano, se afirma que todo lo que tenía la chica tiene data de unos 20 días de evolución, otros de 15", precisó. Es decir, que las lesiones que presentaba fueron hechas con anterioridad a la fecha en la que estuvo con su hijo en la fiesta.
La mujer se angustia y llora. Siente que su hijo está en peligro y pide ayuda para frenar con las acusaciones en las redes sociales. “La primera vez que lo escracharon mandé carta documento a quienes lo hicieron. Pero no puedo vivir así", señaló. "Mi hijo se quería matar luego del escrache. ¿Qué voy a esperar? ¿Que me digan lo peor?".
Un antecedente trágico
En diciembre, una falsa denuncia terminó en un suicidio. En Bariloche, un adolescente de 18 años fue acusado de abuso sexual por su mejor amiga, quien luego reconoció que era mentira y pidió disculpas. A pesar de la aclaración, la denuncia se siguió compartiendo en las redes, el joven entró en un estado de depresión y se suicidó.
Tras la muerte del chico, la mamá publicó un video en el que denunció que no se tomaron las medidas necesarias de contención con respecto a este tipo de denuncias. "Como representante de mi hijo pido, sin echarnos en contra de la lucha real y firme de tantas víctimas de abuso, que se tome conciencia de que estamos jugando con algo muy delicado y estamos exponiendo a nuestros jóvenes", subrayó.
"Como madre pido que cuidemos a nuestros chicos. No puede haber un Agustín más. Quiero pedir Justicia para las víctimas, pero también pedir respeto por los menores de edad y que no existan listas negras de chicos que van condenados a morir", concluyó.
