Chirete Herrera, el hombre que mató a sus dos últimas parejas adentro de la cárcel, había pedido contar su verdad. Ayer, en el tercer día del juicio por el crimen de Andrea Neri, la segunda de sus víctimas, resumió en un monólogo de 10 minutos lo que pasó el 5 de enero de 2017 en la celda 372 del penal salteño de Las Rosas. "Estaba loco de celos y la maté por una foto que me mostraron".
"La maté por puta", dijo Chirete sin demostrar arrepentimiento. En su declaración además, acusó a otro preso de ser el instigador del asesinato ya que, según su relato, habría sido quien le mostró la foto de su pareja con otro hombre en Facebook y después le entregó un arma. "Vos ves que vas a hacer", sostuvo que le dijo. Él la mató.
La apuñaló 36 veces, la mayoría en el cuello. Al bebé que tenían en común, que la víctima había llevado a la visita para que él pudiera conocer, Chirete se lo sacó de los brazos cuando ella admitió que era cierto lo de la foto, lo dejó sobre la cama y empezó a atacarla.
Durante la misma audiencia, exhibieron las imágenes de la escena del crimen. Cuando pasaron la última foto, el padre de la víctima sufrió una crisis de nervios y le advirtió al femicida: "Te voy a seguir hasta el infierno".
El primer femicidio de Chirete
Once años antes de asesinar a Andrea Neri durante una visita íntima en la cárcel, Herrera mató a Verónica Castro, la madre de dos de sus hijos, también dentro de su celda.
"La maté porque la amaba. Me pidió el divorcio y no soporté la idea de que se fuese con otro", aseguró en ese momento. También declaró que antes de que Castro llegara, se "había tomado unos cuantos Rivotril".
