En el segundo día del juicio por grooming seguido del femicidio de Micaela Ortega en Bahía Blanca fue el turno de escuchar a la expareja, dos vecinas y un amigo de Jonathan Luna, el único acusado por el crimen.
Todas esas personas coincidieron en que se enteraron de la desaparición de la nena de 12 años por las noticias y que, sobre todo en los últimos días de búsqueda, Luna estaba muy nervioso. "Nos hacía callar para escuchar las noticias de la televisión", manifestaron. Pero de un día para el otro su actitud cambió. Empezó a reírse cuando veía las marchas de la familia y también empezó a hablar.
A su expareja, María Eliana Espinoza, le contó que le había robado la planchita y el celular a Micaela. Sin embargo, a Daiana, una vecina y amiga de 17 años, le confesó algo todavía peor: "Lo que le pasó le pasó por puta, por no querer tener relaciones sexuales".
También estuvieron de acuerdo en el momento de describir al acusado, a quien calificaron de "vago, mugriento, ladrón y golpeador". "Peleaban mucho, le pegaba. La vez que la dejó 3 días en cama, yo estaba. Ella primero le pegó porque descubrió que se mandaba mensajes con otras chicas y después él no paraba de pegarle", declaró la misma chica sobre la relación que tenía con Espinoza.
El mismo énfasis tuvo la exmujer en su breve contacto con los medios antes de ingresar a la audiencia. Habló de una personalidad "violenta y perversa" de Luna, para quien pidió prisión perpetua.
