Un perro que paseaba con su dueño sin correa en un country de Tigre desató una inesperada y brutal pelea entre dos familias que terminaron resolviendo el problema a golpes. El enfrentamiento se hizo viral en las últimas horas y se observa que hasta la empleada de una de las casas decidió intervenir para separarlos armada con una escoba.
El conflicto se inició este lunes en el barrio cerrado San Isidro Labrador cuando el adolescente Mirko Melfi adiestraba a su Ovejero Alemán y un matriomonio vecino, dueño del lote número 96, le recriminó que dejara al animal suelto.
El joven se fue en ese momento pero al día siguiente volvió a la casa de la pareja formada por Sebastián García y Elizabeth Torres y no lo hizo con su perro, sino que fue acompañado por su papá. “¿Qué problema tenés con el chico?”, se lo escucha preguntar al hombre en el video que después fue compartido en las redes sociales.
García salió a la puerta y respondió la pregunta con una piña. Así empezó la discusión y Torres fue la primera que quiso intervenir para defender a su marido, pero terminó en el piso después de que el adolescente le pegara en la cara y la siguiera pateando aún cuando ya se había caído.
La violencia escaló y hasta la empleada de limpieza de los García, al escuchar los gritos, salió para interceder por ellos con una escoba. Tampoco tuvo éxito, porque el palo de la herramienta se rompió en dos y una de las partes fue tomada por su jefe para atacar al chico que le había pegado a su esposa mientras de fondo el padre le advertía a gritos: “¡Es un menor!”.
Finalmente terminaron todos en la comisaría de Villa La Ñata, del mismo partido bonaerense, y según la información que publicó el periodista Mauro Szeta en su cuenta de Twitter el adolescente Melfi fue imputado de lesiones leves por el golpe que le dio a Elizabeth Torres.
Robo en el country Haras del Sur
Otro barrio exclusivo que también se convirtió en noticia el lunes fue el Haras del Sur, de la localidad bonaerense de Olmos, donde cuatro delincuentes armados ingresaron de madrugada y robaron dos casas ubicadas a unos 200 metros de distancia una de otra.
De acuerdo con fuentes de la investigación, uno de los ladrones llevaba un arma larga y otro una corta con silenciador y redujeron a las víctimas con precintos de plástico. Entre las cosas que robaron cuentan unos 5 mil pesos en efectivo, joyas, una consola de juegos Play Station 3 y hasta una pava eléctrica. Se escaparon caminando.