Leandro Pretti, padre de Ludmila, la joven de 14 años asesinada en Francisco Álvarez el fin de semana, habló horas después de que la policía detuviera al único acusado por el femicidio. “Estoy agradecido por lo rápido que actuaron. Confío en que le darán perpetua”, dijo.
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“Cuando la vi pude abrazarla, le di besos. Ella me dará fuerza en todo momento”, expresó en diálogo con TN. “Estoy muy agradecido con la intendenta y el ministerio de Seguridad de la Provincia. Me llamaron desde el primer momento y avanzaron rápido”, consideró con respecto a la captura de Cristian Jerez, acusado por el crimen, que estaba prófugo desde el lunes.
De acuerdo a las primeras versiones, su teléfono celular se activó en las últimas horas en un descampado de la zona y el sistema de geolocalización fue la clave que permitió encontrar al joven de 19 años que ayer se había fugado de la puerta de la comisaría. “Ubicaron primero a la moto y después a él, alrededor de la 1 de la mañana”, detalló Pretti.
“Voy a brindar toda la información de lo que pase con la causa. Vamos a seguir pidiendo seguridad y que no haya más femicidios”, expresó el hombre desde el lugar en el que comenzaron a velar a Ludmila. “La madre está destruida”, agregó.
En referencia a la causa, aseguró que confía en la Justicia. “Va a ser condenado con perpetua”, sostuvo. “Junto con todo el pueblo seguiremos pidiendo que se agilice la investigación”, indicó.
La detención de Jerez
Cristian Jerez es el principal y único sospechoso por el femicidio de Ludmila Pretti, ocurrido el fin de semana en Francisco Álvarez. Estaba escondido entre unos matorrales en un terreno baldío cercano a la escena del crimen, y lo capturaron este martes por la madrugada.
El acusado alquilaba la casa de la calle Diario La Nación al 4000 a la que Ludmila había ido el sábado a la noche para festejar un cumpleaños y en la que, horas después, la encontraron muerta en una habitación, entre dos colchones.
La policía investiga además la declaración de un familiar de Jerez, de quien sospechan por posible encubrimiento.
El caso
Ludmila fue vista por última vez en la fiesta que se realizó en la casa de Jerez,. Después de permanecer poco más de 12 horas desaparecida, su cuerpo fue encontrado en ese domicilio bajo la cama del sospechoso, entre dos colchones.
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Según el informe preliminar de los forenses, el agresor habría ahorcado a la víctima con el pañuelo que llevaba puesto entre las 6 de la madrugada y las 12 del mediodía del domingo.
El testimonio de una vecina de Jerez fue el primer elemento que puso las sospechas de los investigadores sobre él, al asegurar que cerca de las 7 de la mañana el día del crimen había escuchado gritos y una discusión entre el acusado y una mujer. De acuerdo a sus dichos, la joven quería irse y él no la dejaba.
De acuerdo con la investigación, se comprobó que la víctima nunca salió de la vivienda. “La hipótesis es que intentaron abusar de la chica, que ella se resistió y la ahorcaron. Para corroborarlo, esperamos los resultados de la autopsia”, dijo a Télam una fuente judicial cercana a la causa.
