El mismo día que Verónica González se negó a declarar por segunda vez en la causa en la que está detenida por el homicidio de su esposo Carlos Bustamante, el novio de su hija, Julián Ramón, rompió el silencio y pidió que investiguen y que lo dejen "de torturar".
Ramón estuvo preso por el crimen de su cuñado, Gastón Bustamante, en 2011. Lo acusaron de matar al nene de 12 años porque encontraron una huella suya en un televisor que estaba en la habitación donde lo asesinaron. Pero la acusación se cayó por falta de pruebas y un mes después recuperó su libertad.
"La muerte del papá de Rocío se podría haber evitado", sostuvo el joven este miércoles en una nota con El Diario de Mariana. “Estos años para Rocío fueron terribles", aseguró Ramón sobre el alejamiento que tuvo su pareja de sus padres tras la muerte de su hermano. “Rocío piensa que su mamá pudo haber matado a su papá y a su hermano”.
Tampoco fue fácil para él lo que siguió a la muerte de Gastón. “Hace ocho años que me están torturando”, manifestó entre lágrimas, y agregó: "Les pedimos por favor que investiguen". En ese sentido, Ramón recordó que siempre advirtieron con su novia sobre “determinadas circunstancias, hechos de la señora González, antes de la muerte de Gastón”.
Carlos Bustamante fue asesinado a golpes el viernes pasado mientras dormía en su casa de Miramar, la misma en la que mataron a su hijo Gastón hace ocho años. El crimen del chico sigue impune pero ahora, por una serie de similitudes entre los dos crímenes, la Justicia no descarta la posible vinculación de González con ambos hechos.
