Un encuentro entre una expareja el fin de semana en una casa de la localidad bonaerense de Tristán Suárez se convirtió en un intento de violación. La mujer, en una reacción desesperada, se defendió a cuchillazos y el acusado terminó detenido.
La dramática situación, que salió a la luz en las últimas horas, tuvo lugar el domingo cuando el hombre recibió a la víctima en su casa en la calle Solís, quiso abusarla y ella se resistió.
Según publicó Crónica, para defenderse mientras era abusada la mujer, de unos 30 años, consiguió armarse con un cuchillo que había en la casa y apuñaló a su expareja.
La policía llegó al lugar pocos minutos después tras recibir una denuncia anónima y se llevó detenido al hombre acusado por los delitos de “Lesiones leves agravadas, privación ilegal de la libertad y abuso sexual”.
Intervino en el caso la Unidad Funcional N° 3 de Ezeiza –temática de Delitos Sexuales, conexos a la Trata de Personas y Violencia de Género y Familiar.
Violencia doméstica
La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), a cargo de la vicepresidenta del máximo tribunal, Dra. Elena Highton de Nolasco, atendió a 3856 personas por hechos de violencia familiar en los primeros tres meses de 2020 (del 1 de enero al 31 de marzo inclusive).
Se trata de 1192 consultas informativas y 2664 casos que fueron derivados por la oficina a la Justicia nacional civil y penal y al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
Las personas afectadas por los hechos de violencia fueron principalmente de sexo femenino (75 %). Los equipos interdisciplinarios identificaron a 2737 mujeres víctimas de violencia (de una presentación puede surgir más de una afectada).
Denuncias a parejas y exparejas
En relación con las mujeres que denunciaron a sus parejas (1627), en el 65 % de los casos eran exparejas. Además, el 55 % de los agresores tenía antecedentes de violencia en relaciones anteriores.
Las violencias más observadas fueron de tipo psicológica (98 %), simbólica (69 %), física (55 %), económica patrimonial (35 %), ambiental (35 %), social (17 %) y sexual (11 %).
Los riesgos evaluados para esta población fueron: altísimo y alto (41 %), medio y moderado (52 %) y bajo (7 %).