El último 30 de octubre la vida de Emanuel Ramírez dio un giro inesperado. Ese día lo detuvieron por el crimen de Jorge Bustamante en Tandil, después de que lo incriminara el primer imputado por el hecho, Nahuel Morales. Sin embargo, después de pasar 15 días preso, las pruebas avalaron su coartada y lo liberaron por falta de mérito.
Ramírez era inocente y la noche que mataron al joven de 24 años, que estuvo cuatro días desaparecido, estaba durmiendo con su novia. Una cámara de seguridad que lo grabó entrando a las siete de la tarde a la casa de la chica y saliendo a la mañana siguiente, las pericias en su celular y la declaración del tercer acusado, terminaron de desvincularlo del caso.
Ahora, la justicia deberá aclarar si, como lo había advertido la hermana de Ramírez durante los primeros días de la investigación, la falsa acusación contra Ramírez fue una suerte de venganza sexual del abogado de uno de los imputados, con quien había tenido una relación.
Según esa versión, el defensor Claudio Castaño "armó” todo para “vengarse” del robo sufrido poco antes del crimen en su casa, durante un encuentro íntimo con Ramírez que no terminó de la mejor manera.
De esta manera, Ángel Tami y Nahuel Morales son los únicos detenidos que quedan en la causa. Los dos admitieron haber estado en la escena del crimen y en las próximas horas se les dictaría la prisión preventiva.
“Estoy feliz, poder abrazarlo, y regresar con él a Tandil", manifestó la hermana de Ramírez cuando se reencontró con él en Sierra Chica, publicó el portal Abc Hoy. "Emanuel está muy contento”, remarcó.
