La mujer entró a una ferretería del barrio porteño de Parque Patricios simulando ser una clienta y le pidió ayuda a su dueño para arreglar un caño que se le había roto en la casa. El hombre, de 71 años, no desconfió de sus intenciones y la acompañó para hacer el trabajo. Apenas llegó, sin embargo, una lluvia de gas pimienta en la cara lo paralizó.
El ferretero cayó en la trampa de la mujer el sábado a la noche, cuando estaba por cerrar su local. Cuando pudo reaccionar, ya se encontraba sentado en una silla maniatado con precintos.
A pesar de que la víctima ya no podía ofrecer resistencia, lo obligó a tomar una droga líquida de un gotero para terminar de anular su voluntad y lo amenazó después con una cuchilla para que le dijera donde guardaba sus ahorros, detalló una fuente cercana a la causa a Télam.
Atado y dormido. Así dejó la "viuda negra" a su víctima después de quitarle las llaves de su casa para ir en busca del dinero y una vez que tuvo el botín en su poder abandonó al hombre, todavía inconsciente, en la vereda de la ferretería.
Al día siguiente la víctima la denunció y esa misma noche la Justicia ordenó un allamiento en el domicilio de la mujer, que ya se preparaba para escapar al extranjero. En el lugar los efectivos de la Comisaría Vecinal 4 A de la Policía de la Ciudad, encontraron más de cuatro millones de pesos, pastillas de viagra, gas pimienta, precintos, un pistola calibre 22 y varias pertenencias de la víctima, entre ellas las llaves de su auto y el control remoto del portón de su garage.
También había una caja de metal donde la detenida guardaba en un bolso los 300.000 pesos y 30.000 dólares que le había robado al ferretero. Las explicaciones que con las que la mujer intentó convencer a la policía no alcanzaron para conservar su libertad.
Entre otras excusas, la mujer sostuvo que el gotero y las medicaciones las tenía porque era bombera voluntaria, sobre una mochila que había sido robada de la casa de la víctima explicó que era suya porque practicaba alpinismo y el gas pimienta lo atribuyó a que era periodista de policiales.
En la causa interviene la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 20, a cargo de Juan Ernesto Rozas.
