El miércoles 26 de abril detectaron que salía un fuerte olor de un armario del vestuario de personal femenino de limpieza del hospital Juan Fernández. Al llegar al lugar, la jefa de mantenimiento y otra empleada vieron que debajo del locker había un charco de sangre. Al forzar la puerta, descubrieron una bolsa de residuos negra.
Trasladada al subsuelo, donde se arrojan los residuos patológico, abrieron la bolsa y se encontraron con algo que las paralizó: el cuerpo de un bebé. Se trataba de un feto de 30 semanas de gestación junto a la placenta. Rápidamente, se pusieron en contacto con el director de ese centro de salud, el doctor Ignacio Previgliano, que dio aviso a la policía.
Personal de la Comisaría 53° de la Policía de la Ciudad llegó al lugar y se trasladó el cuerpo a la morgue judicial. Los efectivos corroboraron que el armario estaba asignado a una empleada en edad fértil y que ese día no se había presentado a trabajar.
Al día siguiente, la mujer fue detenida cuando concurrió al hospital. El caso se encuentra bajo investigación de la Fiscalía en lo Criminal N° 6.