La búsqueda de Gisella Solís, la odontóloga de 47 años desaparecida hace una semana en La Plata, tuvo un importante avance esta mañana en las inmediaciones de la casa del padre de Casimiro Abel Campos, quien había sido pareja de la mujer y se suicidó en las últimas horas en la habitación de un hotel.
Un juego de sábanas similar al que había desaparecido de la casa de la odontóloga y un par de zapatillas negras de mujer fueron encontradas a unas 10 cuadras del Arroyo Rodríguez, en el marco de un operativo del que participaron buzos tácticos, perros rastreadores y unos 200 policías bonaerenses.
Una cuñada de Solís Calle, llamada Fabiana, indicó que las zapatillas no serían de ella ya que "no es el estilo de las que usa". En tanto, indicó que "no hay forma de saber si la sábana es de ella, porque las cambiaba todo el tiempo".
Casi al mismo tiempo, se supo que el segundo celular que usaba Solís y que se encontraba desaparecido al igual que ella desde el martes pasado, fue encontrado por una mujer en el barrio de la estación de trenes de la ciudad.
De acuerdo a su declaración, encontró el teléfono apoyado sobre un paredón el 16 de enero pasado y creyéndolo perdido se lo llevó a su casa. Sin embargo, cuando la búsqueda de la odontóloga se instaló en los medios, la reconoció por una de las fotos guardadas en ese celular y lo entregó en la comisaría.
Por otro lado, dio positivo el resultado de las pruebas de luminol realizadas en la camioneta de Campos. Los peritos advirtieron manchas tanto en el asiento trasero como en el baúl y ahora intentan determinar si se trata de sangre.
Gisella fue vista por última vez el martes pasado. Había tenido una fuerte discusión con su pareja, tras descubrir que Campos tenía otra mujer y dos hijos en Lobería. Después de ese encuentro, a ella se le perdió el rastro y él quedó en el centro de la investigación, sospechado de tener relación con su desaparición. Sin embargo, nunca se presentó a declarar y cuando fue a buscarlo la policía se pegó un tiro en la cabeza.
