A diez años del triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina en General Rodríguez, los condenados a prisión perpetua por el hecho empezaron a ser juzgados este lunes en los tribunales de La Plata por protagonizar la cinematográfica fuga que mantuvo en vilo a todo el país durante 13 días en 2016.
Martín Lanatta declaró y apuntó a la política para argumentar que a ellos les abrieron la puerta del penal. Luego dijo que se sentía mal y se suspendió el juicio.
Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta fueron trasladados desde Ezeiza a los Tribunales en medio de un fuerte despliegue de seguridad, para enfrentar el primer día del debate en el que está previsto que participen al menos 100 testigos y que se extendería hasta fines de este mismo mes.
Se trata del primero de los cuatro procesos en su contra y el único que tiene fecha definida hasta el momento. El segundo juicio también será en La Plata, por el ataque a tiros a dos policías en Ranchos y los otros dos se llevarán a cabo en Santa Fe, uno por tirotearse con Gendarmería Nacional en una zona rural de la localidad de San Carlos y el último por otros delitos cometidos en esa provincia mientras estuvieron prófugos.
La triple fuga
Los hermanos Lanatta y Schillaci, condenados a perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, cumplían su pena en el sector Sanidad de la Unidad Penitenciaria 30, cuando consiguieron evadirse la madrugada del 27 de diciembre de 2015.
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El trío aprovechó el momento en que ingresó un guardia para hacer el recuento habitual. Lo golpearon, lo ataron de pies y manos, lo amordazaron y le robaron las llaves de un Fiat 128, en el que escaparon del penal. En la calle los esperaba una 4x4 y con la ayuda de terceros, dieron inicio a la triple fuga.
Fueron 13 días de locura hasta que cayeron en la provincia de Santa Fe, en enero de 2016. Con ellos también será juzgada Susana Elvira Martínez, la suegra de Christian Lanatta, a quien la fiscal acusa de haberles dado dinero a los prófugos el mismo día de la escaparon en su casa de Berazategui y también de haberles facilitado una camioneta el 31 de diciembre que usaron para seguir la huída.
