Una historia de engaños y tríos amorosos está detrás del acusado por la desaparición de Daiana Garnica, la chica de 17 años que desapareció en Tucumán. Mientras se espera el resultado de las pericias sobre los restos y el aro de acero quirúrgico encontrados en el horno ladrillero donde trabaja el principal sospechoso, el fiscal del caso está concentrado en reunir elementos para conocer la personalidad del principal sospechoso.
La familia está desesperada pero no tiene dudas sobre la culpabilidad del vecino Darío Suárez, quien habría sacado de su casa mediante un engaño a la adolescente de 17 años y desde ese sábado 6 de mayo, nadie más volvió a verla. Es por esto que el fiscal Claudio Bonari apunta ahora a conocer el perfil psicológico del acusado para determinar si pudo haber cometido el crimen.
Los investigadores tienen puesto el foco en la vida sentimental de Suárez, quien está casado con Yanina Villarreal, también detenida y con la que tiene cuatro hijos. A ella la dejó y tuvo una relación con su hermana, con la que tuvo otros dos hijos. Después, se reconcilió con la primera mientras mantenía un romance con una vecina, que también quedó embarazada.
Pero el dato que prendió la luz de alerta fue una supuesta pelea entre Daiana y esa vecina, que también fue detenida por encubrimiento, unos 10 días antes de que la chica desapareciera. Esa versión, aunque no está confirmada, abonaría la posibilidad de que Suárez haya mantenido en secreto una relación sentimental con la adolescente y que ese fuera el detonante de lo que pasó después.
El abogado de la familia Garnica por su parte agregó que Suárez tenía "antecedentes por violencia de género, lesiones y amenazas de casi todas las mujeres con las que estuvo relacionado”. También se investiga una supuesta denuncia por abuso sexual en Santiago del Estero, provincia donde nació el acusado y donde tuvo más hijos con otras parejas.
“Ahora me doy cuenta de que el tipo usó muchas estrategias para que entremos en confianza con él. Nunca pensé que sería una persona capaz de hacer algo así y tampoco me imaginé que estaba loco; y no sé si realmente lo está”, manifestó el papá de Daiana, Ramón Garnica.
