Los delincuentes mataron a Cristian Bejarano cuando volvía de probar con su hijo el cuatriciclo que le había regalado para Navidad. Había entregado las llaves de su auto pero cuando vio al chico llorar por su regalo reaccionó y trató de evitar que se lo llevaran. Los corrió, forcejeó con uno de ellos pero el otro le disparó por la espalda. Mientras los investigadores analizan las imágenes de las cámaras de seguridad de la Autopista Riccheri, en las últimas horas se conocieron algunos videos grabados por los conductores en los que quedó registrado el grito de auxilio de Agustín: "Ayúdenme, por favor, mataron a mi papá".
El chico, de apenas 13 años, todavía está en estado de shock y casi no habla. "Yo vi cómo le dispararon a papá, lo fulminaron", fue lo único que pudo decirle a su tía cuando se encontraron. Bejarano recibió tres tiros: uno en un tobillo, otro en una pierna y el tercero en el corazón. Su hijo vio todo.
Además de los dos delincuentes que iban en el Bora e interceptaron a la víctima, los investigadores sospechan que un tercer cómplice los seguía como apoyo en una moto y sería el autor de los disparos. Todos están prófugos.
"Ese cuatriciclo era la ilusión de mi sobrino, le pudo dar el gusto, pero ahora lo mataron", dijo ayer la hermana de la víctima a los medios. Bejarano era, además, papá de un bebé de dos meses con su nueva pareja.
