El marido de la modelo publicitaria Valeria Mazza, Alejandro Gravier, fue beneficiado con una “probation” en una causa en la que estaba imputado por presunta falsificación de un contrato de locación para evadir impuestos.
La medida, concedida por el juez de instrucción Roberto Ponce, se hizo extensiva además a sus padres y suegros de Mazza, Horacio Alfredo Gravier y María Cristina Cirio.
En julio del año pasado, y tras dos sobreseimientos, la Sala Cuarta de la Cámara del Crimen, con las firmas de los jueces Mariano González Palazzo, Carlos Alberto González y Alberto Seijas, dispuso los procesamientos de Gravier y sus padres.
El tribunal les imputó el delito de “uso de documento público falso”, que contempla penas de entre uno y seis años de cárcel.
La imputación se cimentaba en haber presentado ante la AFIP un “contrato de locación presuntamente simulado” en el que, además, se habrían falsificado las firmas de un escribano.
La presunta maniobra ilegal se habría cometido, según aquel fallo, a través de las empresas "Vamagra S.A." y "La Soñada S.A.", que “estaban exclusivamente integradas por los accionistas Valeria Mazza y Alejandro Gravier, tenedores del 100% de su paquete accionario”.
Ahora, el juez Ponce le concedió la probation a todos los imputados, imponiéndoles reglas de conducta por 18 meses, tareas comunitarias y un resarcimiento económico.
