Agustina Imvinkelried, de 17 años, fue asfixiada. El femicida la semienterró con vida en un descampado a 300 metros del lugar de donde la vieron por última vez. La chica había ido a bailar a un boliche de la localidad santafesina de Esperanza, donde vivía. Mientras estuvo desaparecida, en su búsqueda, ayudaron muchos vecinos. Entre ellos, Ezequiel Schaab, un empleado de una estación de servicio que entregó las cámaras de seguridad de ese lugar a la Policía y a los familiares. Luego de esa situación, el joven fue suspendido por cinco días. El caso llegó a TN y la gente.
Schaab sostuvo a TN.com.ar que recibió una sanción de una semana luego de haber suministrado las imágenes de las cámaras de seguridad. "Entré a trabajar el domingo como todos los días y en la mitad de la tarde, cuando todavía no estaban todos los medios, vinieron familiares de Agustina y me contaron la situación", aseguró.
Por esto, el joven, que trabaja allí hace 8 años, accedió a darle el material. "Después vino la Policía y me lo pidió. Me puse en la piel de la familia", remarcó. Para llegar a las imágenes entró a una oficina donde se accede al registro fílmico del lugar.
// Encontraron asesinada a Agustina Imvinkelried en un descampado en Santa Fe
"Ellos dicen que yo violenté la entrada. Pero no violenté nada, porque siempre tenemos acceso a esa oficina cuando no están los encargados. Nunca tenemos que consultar nada porque es común. Frente a la situación que había, era lo único que podía hacer", manifestó Schaab.
La chica tenía previsto ir a ese lugar, que está cerca del boliche al que había ido a bailar. Las imágenes comprueban que a la hora que debió estar allí, Agustina no apareció. Este elemento llevó a los oficiales hacia el otro lado y, la encontraron semienterrada en un descampado cercano.
El joven confirmó que, al otro día, el lunes, cuando fue a su trabajo le informaron de la sanción. "Yo tengo una nena, tengo una hermana de esa edad y uno se pone en la piel de la familia. Solo pensé en dar una mano", comentó. El miércoles recibió el telegrama de suspensión de cinco días sin goce de sueldo, hasta el domingo. Este medio intentó comunicarse con el local de Esperanza pero no obtuvo respuesta.
Schaab también hizo un descargo en las redes sociales, luego de la situación. "Muchas gracias a todos los que se solidarizan conmigo. El que me conoce sabe como soy. Solo realicé un descargo de lo que pasó porque siento que no es justo y no causé ningún daño ni realicé algo fuera a lo que estamos acostumbrados hacer en la estación, mucho menos ante la situación que se dio. Parece que me quieren hacer creer que hasta estuve equivocado, pero bueno mucha gente me conoce y el que no puede hablar conmigo y sacar sus dudas...gracias y está bueno que ya no miremos mas para otro lado cuando pasan estas cosas como le pasó a Agustina", escribió.
Cómo fue el femicidio de Agustina
La autopsia determinó que Agustina intentó defenderse de su atacante. Según los resultados del estudio, tenía marcas en las manos y los brazos que constatarían esta hipótesis. A su vez, confirmaron que no fue violada y que el femicida la asfixió con las manos.
El Cuerpo Médico Forense de Santa Fe registró que la joven tenía "muy dañada" la cara, ya que el asesino la golpeó con mucha fuerza, sobre todo en los ojos. También encontraron tierra en los pulmones, es decir que fue semienterrada con vida: estaba semidesnuda y con la ropa corrida.
El principal apuntado por el femicidio, Pablo Trionfini, habría estado en dos oportunidades en la escena del crimen, un descampado a 300 metros del boliche en donde vieron por última vez a la adolescente. Primero, en el momento en el que asesinó a la víctima. Y después, cuando intentó enterrar el cuerpo.
La fiscal a cargo de la investigación, Laura Urquiza, reforzó esta hipótesis ya que Trionfini, un empleado municipal de 39 años, le había pedido a un vecino prestada una pala. Además, en su casa encontraron zapatillas con barro. Sin embargo, no pudieron detenerlo. El hombre se suicidó cuando se vio acorralado por la policía, que llegó este lunes a su domicilio para interrogarlo.