Lucas Bustos, un joven de 23 años que alquila caballos en la zona donde encontraron el cuerpo de Cecilia Basaldúa, se convirtió ayer en el primer sospechoso detenido por el crimen de la mochilera de 35 años que estuvo 19 días desaparecida en la localidad cordobesa de Capilla del Monte.
La víctima fue engañada y llevada al interior de un campo con la excusa de poder ver a un animal pero, en lugar de eso, sin testigos ni nadie que pudiera auxiliarla, la golpearon y la violaron antes de asesinarla.
A pesar del importante avance que tuvo la causa en las últimas horas, los Basaldúa expresaron su falta de confianza sobre la hipótesis de que una sola persona haya cometido el crimen, ya que Cecilia "tenía conocimientos de artes marciales y defensa personal".
La joven asesinada recorría Latinoamérica desde hace cuatro años y medio sola y nunca había sufrido ningún inconveniente, remarcó su hermana Soledad en diálogo con una radio local. La autopsia determinó que la mujer tuvo una muerte violenta, probablemente por estrangulamiento y existían marcas de que intentó defenderse de un ataque.
Por otra parte, la hermana afirmó en Cadena 3 que tampoco les "cierra" la data de la muerte: "Una semana antes que en la encontraran, cuando llevaba tres desaparecida". Finalmente, volvió a apuntar sus sospechas contra el hombre de la casa en la que se hospedaba Cecilia.
"Nos llamó recién tres días después de la desaparición y nos dijo que ella tenía como un brote psicótico, que decían que la querían matar, algo que nunca le había ocurrido antes", sostuvo.
El último posteo de la víctima
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