Lucas Borrachia, el acusado de haber cometido el femicidio de su pareja, Florencia Ovejero, fue detenido este lunes por la tarde en un hotel del microcentro porteño, ubicado en la calle Lavalle al 730. Era buscado desde el sábado por la madrugada, cuando mató a su novia en su casa de Grand Bourg.
Los policías que lo apresaron confirmaron que se trataba del sospechoso por los tatuajes que tiene en sus brazos, entre ellos uno que dice "Flor te amo", en alusión al nombre de la chica asesinada. También tenía un vendaje en la mano derecha, producto de un corte que, por lo que creen los investigadores, se produjo cuando cometió el femicidio.
"Aparentemente una persona del hotel lo reconoció. Cuando se escapó de la casa donde asesinó a su pareja, ante su hijo de 4 años, se fue a un hospital de Malvinas Argentinas. Cambió su nombre, lo asistieron los médicos y lo vendaron. Pero cuando estaban terminando de hacerle las curaciones, se fugó del hospital", explicó en TN el periodista Ignacio González Prieto.
La secuencia de su huida quedó registrada en una cámara de seguridad que fue fundamental para encontrarlo. "La Policía Bonaerense y de la Ciudad trabajaron con ese material. A eso se sumó un dato importante, ya que averiguaron que no era la primera vez que este hombre se escapaba de su casa y desaparecía durante días o semanas, hasta aparecer en determinados lugares", agregó el cronista desde Grand Bourg.
Unas horas antes de que el joven de 20 años quedara detenido, la autopsia que realizaron los forenses sobre el cuerpo de Ovejero reveló que la chica de 21 años fue asesinada de 35 puñaladas. Las heridas fueron en el cuello, la cara y el pecho. Además, por el tipo de cortes, se determinó que usó varios cuchillos y que la mujer se defendió, dado que presentaba marcas en los brazos y las manos.
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Una vez que el hombre asesinó a su pareja, se cambió de ropa, se duchó, perfumó y se robó diferentes elementos de la casa antes de irse. Se llevó desde regalos que habían comprado para Navidad hasta la comida que preparaban para la Nochebuena y luego dejó encerrado al hijo de la víctima. "Desde allí se fue al hospital, donde se presentó diciendo que había sido asaltado y que necesitaba asistencia médica", relató González Prieto.
El nene de cuatro años fue el único testigo del femicidio. Cuando el resto de su familia llegó a la casa, estaba encerrado. Daniel, uno de los hermanos de la víctima, vio a su sobrino ensangrentado a través de la ventana y escuchó los gritos de su madre. Ahí abrió a golpes la puerta de la casa pero ya nada pudo hacer para salvar a su hermana. El cuerpo de Florencia estaba tirado en la habitación, entre la cama y el armario.
"La atacó mientras dormía para que no se pudiera defender", aseguró el familiar en diálogo con TN. Según comentó el hermano de Florencia, ella convivía desde hace un año y medio con el acusado de matarla, aunque los dos se conocían desde chicos. Si bien las peleas eran frecuentes y Borrachia estaba medicado porque era bipolar, nunca habían tenido episodios de violencia hasta ahora. "Se los veía bien", concluyó.
