El sábado 30 de enero Romina Aguilar fue acribillada a balazos en la puerta de su casa de La Calera, San Luis. Enseguida, su esposo salió a pedir justicia. "Que caiga quien deba caer", dijo el hombre horas después del crimen. Cayó él.
Diego Lorenzetti, nada más y nada menos que el intendente de la ciudad, fue detenido. Está sospechado de ser el autor intelectual del asesinato. Los investigadores creen que le pidió a un amigo 100 mil pesos. Esa plata habría sido usada para pagarles a los asesinos.
Anoche, hubo una marcha para pedir "justicia por Romina". El viudo participó de la protesta. Minutos después, la policía fue hasta su casa y se lo llevó esposado frente a su hijo.
También está detenido un jockey acusado de haber participado del homicidio. Ediverto de Oliveira Pereyra, alias "El Brasilero", se presentó por su cuenta después de que la policía de San Luis le secuestrara una moto. Sospechan que la usaron los asesinos para el ataque. El hombre confesó haber estado en la escena del crimen, pero intentó explicar que no fue a matar a la esposa de Lorenzetti, sino que fue a robar los 100 mil pesos.
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CUANDO TODO ERAN LÁGRIMAS
Apenas cuatro días después del asesinato, Lorenzetti habló con TN. Lloró al decir: "Mi esposa no quería que yo me meta en la política porque tenía miedo que me pase algo a mí. Nunca pensé que se la iban a agarrar con ella".
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