Jonathan Luna fue condenado este mediodía a prisión perpetua por homicidio triplemente calificado por violencia de género, alevosía y para ocultar otro delito, además de acoso sexual tecnológico y robo. El crimen de Micaela Ortega fue cometido en mayo de 2016. La víctima era una niña de 12 años a quien había contactado por Facebook mediante un falso perfil.
Se trata del primer caso de grooming que terminó con el crimen de la víctima. Tanto el fiscal Rodolfo De Lucía como la querella coincidieron en pedir la máxima pena: prisión perpetua. Por su parte, la defensa pretendió encuadrar el caso en un homicidio en ocasión de robo y solicitó 20 años de prisión y un tratamiento psicológico.
"Estos días han sido muy difíciles para la familia de Micaela porque los testimonios fueron muy fuertes. Sin embargo, están con mucho aplomo y a puro corazón presenciando todas las audiencias", había reconocido la abogada de la familia al portal LA BRÚJULA 24.
Grooming seguido de muerte
La madrugada del 23 de abril de 2016 Micaela se despertó y le dijo a su mamá que la amaba. Al otro día la mujer se fue a trabajar y más tarde llamó a la abuela de Micaela para que la despierte. Fue entonces cuando descubrieron que la chica había dejado un muñeco en su lugar dentro de la cama para irse con Jonathan Luna.
El imputado la había contactado a través de la red social Facebook y se había hecho pasar por otra chica de su edad. La engañó, le dijo que necesitaba ayuda para fugarse porque tenía problemas en su casa y así la convenció de verse. Su cuerpo apareció el 28 de ese mes en las afueras de Bahía Blanca. La habían estrangulado.
El aporte de una ONG estadounidense que logra que las empresas proveedoras de Internet le notifiquen cuando sus clientes suben imágenes de pornografía infantil a la red fue la clave para llegar a Luna. Los investigadores después comprobaron que tenía cuatro perfiles falsos en la red social Facebook y que a través de uno de ellos había contactado a Micaela.
Lo detuvieron en su casa del barrio Saladero, la misma que sus vecinos intentaron incendiar tras conocer la noticia. En su poder tenía la planchita de pelo y otras pertenencias de la víctima.
