En medio del juicio que lo tiene procesado por los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante" y "corrupción de menores", Cristian Aldana, el líder de El Otro Yo, se declaró en huelga de hambre por la "falta de imparcialidad" con la que, según sus reclamos, está siendo juzgado y sostuvo que lo usan como un "trofeo de una guerra sexista desquiciada".
"Yo ya estoy condenado desde el principio", afirmó el músico desde la cuenta oficial de su banda en las redes sociales. En un nuevo intento por limpiar su imagen, denunció ser víctima de una "dictadura judicial" que persigue "intereses oscuros" y que lo utilizan, además, “como publicidad de una campaña feminista radical extrema".
Por último, el cantante pidió que dejen de perseguir a su abogado con "multas y amenazas" y encomendó el resultado del juicio a Dios. "No soy un abusador, ni un violador, ni un golpeador. Soy inocente", aseguró.
Los abusos salieron a la luz después de que tres víctimas se decidieran a exponerlo en un video que publicaron en las redes sociales. Ese fue el disparador para que se sumaran otras más, todos casos ocurridos entre los años 1999 y 2010 que fueron denunciados en la unidad fiscal especializada en violencia contra las mujeres.
