Estaba semidesnuda, con las manos atadas detrás de la espalda, con la boca tapada con cinta y con un corte en el cuello. Nadia Arrieta, de 31 años, ya estaba muerta cuando llegaron los agentes de la Policía Bonaerense. El hecho pasó el jueves al mediodía en Villa Tesei.
La joven estaba tirada alrededor de un charco de sangre en el piso del negocio de regalos personalizados que tenía en la calle General Pedro Díaz al 596, esquina Gluck, en el oeste del conurbano.
TN.com.ar pudo reconstruir que un ciudadano paraguayo, de 18 años, que caminaba por esa zona, escuchó gritos en la parte trasera del local, entró por la puerta -que estaba abierta- y se encontró con la mujer degollada. De inmediato, alertó al 911.
El fiscal 3 de Morón, Mario Ferrario, caratuló la causa como homicidio y habría descartado la hipótesis de robo porque al lado del cuerpo de Nadia estaba su celular y en el negocio no había nada revuelto.
El investigador, entonces, apuntaría a un femicidio más allá de que la mujer no tenía novio y sus familiares no indicaron que estuviera saliendo con alguien. El único testigo, que la encontró muerta, no vio a nadie más en el lugar. Según le informaron a este medio, en la cuadra no hay cámaras de seguridad.
