En medio de la emergencia mundial por la pandemia de coronavirus y el temor por el contagio que también afecta a las cárceles de todo el país, los abogados de Nahir Galarza pidieron su excarcelación y la prisión domiciliaria.
La defensa de la joven, condenada a prisión perpetua por el crimen de su novio Fernando Pastorizzo en Gualeguaychú, solicitó a través de una presentación online que Nahir cumpla arresto domiciliario al cuidado de sus padres por el riesgo que existe de que se contagie el Covid-19 en la cárcel Paraná. En ese sentido, remarcaron que su clienta, con 21 años, triplica su edad en relación con su expectativa de vida.
Otro de los puntos sobre los cuales basaron su presentación los abogados José Ostolaza y Pablo Sotelo es el hecho de que "la sentencia a prisión perpetua no se encuentra firme, ya que fue solicitada una revisión ante la Corte Suprema de la Nación", publicó Elonce.
Finalmente, los letrados aseguraron que no hay peligro de fuga, ya que la condenada cursa desde hace 2 años "en forma ininterrumpida" la carrera de Psicología y que cumpliría la domiciliaria junto a su familia para continuar con sus estudios.
Actualmente, el fallo que condenó a Nahir está en revisión y la defensa apuesta a lograr que sea revocado por los audios, mensajes y certificados médicos que sostienen, según su versión, la existencia de una situación de violencia de género contra la joven por parte de Pastorizzo. También resaltan la "falta de garantías procesales" que, según su interpretación, hubo durante el juicio.
El caso
La madrugada del 29 de diciembre de 2017, Fernando Pastorizzo fue asesinado por su novia, Nahir Galarza. El joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.
Galarza declaró primero como testigo y dijo que había visto a Fernando la noche anterior al crimen. Las pruebas en su contra la acorralaron, sin embargo, y quedó detenida. Entonces cambió su versión y reconoció que lo había matado pero que había sido de manera "accidental".
El 3 de julio de 2018, la Justicia condenó por unanimidad a prisión perpetua al considerar que había "quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria". Desde entonces, la joven está alojada en la Unidad Penal N°6 de Mujeres de Paraná.