Marcos Esteban Bazán, el ahora único detenido por el crimen de Anahí Benítez, declara por el asesinato de la menor sobre una batería de pruebas que lo incriminan, al menos, con el cautiverio de dos días que pasó la chica antes de morir.
La fiscal Verónica Pérez cuenta con una serie de medidas para probarle a la Justicia que el hombre de 34 años está implicado en el caso. En principio, la investigación se destrabó después de que el olfato de un perro policía condujera a los investigadores a la casilla donde vive Bazán, dentro de la reserva ecológica Santa Catalina, a 300 metros de donde apareció Anahí el viernes semienterrada.
La primera prueba con la que dieron los investigadores fue la comida: la autopsia reveló que la menor había comido arroz con verduras horas antes de ser asesinada. En la casilla de Bazán se encontró el mismo revuelto con los mismos elementos.
Además del arroz, en el mismo lugar se encontraron pelos, manchas de sangre y ropa de mujer, que ahora será peritada para intentar determinar si pertenece a Anahí
Al mediodía, el abogado de Bazán, Lucio De la Rosa, reconoció que en la casilla también se encontró una "tijera infantil que tendría el nombre de Anahí". Es otra de las pistas que comprometen al acusado en el caso, al menos en lo que respecta al secuestro.
En las primeras horas de la investigación, la Policía concluyó que Anahí conocía a su asesino y que habría sido asesinada desmayada con un golpe. La pista que probaría el vínculo entre Bazán y la víctima se encontraría en el diario íntimo de la chica: la fiscal informó que en el peritaje de los cuadernos de Anahí se encontró una descripción "con mucho detalle" de la casilla de Bazán.
El acusado tiene antecedentes por infracción a la Ley de Drogas en 2003 y 2013, ambos casos registrados en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
El caso
Anahí desapareció el sábado 29 de julio cuando salió de su casa de Lomas de Zamora. Fue encontrada el viernes 4 de agosto en la reserva ecológica Santa Catalina, totalmente desnuda, con varios golpes y sin signos de haber sido abusada.
El primer detenido fue el profesor de matemáticas de la menor, con quien tenía un "vínculo obsesivo", según la fiscal. Sin embargo, el Ministerio Público no podía sostener la hipótesis del cautiverio y, pasadas las 72 horas, dejó al hombre en libertad.
