El empresario nicaragüense Henry Fariña, posible blanco del atentado en el que murió el cantante Facundo Cabral, salió del hospital y ahora es resguardado en un lugar secreto como testigo clave del caso, informó ayer una fuente oficial.
El empresario salió en la noche lunes del hospital privado donde fue dado de alta tras recuperarse de las heridas de bala en el atentado del sábado 9 de julio y ahora permanece en un lugar secreto bajo custodia policial redoblada, informó ayer el ministro guatemalteco de Gobernación (Interior), Carlos Menocal.
Fariña fue interrogado por la policía antes de dejar el hospital y negó conocer a los dos sicarios guatemaltecos, detenidos en la capital el pasado 12 de julio como presuntos autores materiales del atentado, informó el diario "Siglo 21".
Manifestó desconocer el origen del ataque y admitió que su empresa, un club nocturno exclusivo, contrató a Cabral para presentarse en las ciudades de Guatemala y Managua. "No nos quiso dar información o porque no sabe o no quiere hablar", declaró un investigador a "Siglo 21".
Según la versión, Fariña dijo no conocer a "Palidejo", un supuesto jefe de la delincuencia organizada centroamericana, quien habría ordenado el atentado contra el empresario debido a una disputa por narcotráfico.
El presidente Alvaro Colom anunció el pasado miércoles 13 de julio que las autoridades guatemaltecas, con el apoyo de la CICIG, resolvieron el asesinato de Facundo Cabral, y que fue víctima de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes centroamericanos.
Con la captura de los dos sicarios guatemaltecos en la capital "se ha esclarecido en sí el hecho", aunque están pendientes las capturas de otros involucrados, afirmó el presidente Colom.
Puntualizó que de acuerdo con las investigaciones se confirmó que el ataque contra Fariña fue ordenado desde Nicaragua, para lo cual se contrató a sicarios guatemaltecos, y Cabral fue una víctima inocente de la disputa.
Los detenidos son los presuntos sicarios guatemaltecos Wilfred Stokes Arnold y Elgin Enrique Vargas, quienes participaron en la emboscada contra Fariñas en la que murió acribillado Cabral, de 74 años.
El atentado se produjo cuando Fariñas llevaba en su camioneta a Cabral desde un hotel hasta el aeropuerto internacional de la ciudad de Guatemala.
