El cuerpo de Abril Sosa fue encontrado en un baldío en la ciudad de Córdoba. El hombre que guió a la policía hasta el descampado donde estaba la nena de cuatro años fue Daniel Ludueña. Con el paso de las horas, se convirtió en el sospechoso y quedó detenido. Sin embargo, el principal sospechoso del asesinato le deslizó a los guardiacárceles su coartada: "No me acuerdo de nada".
Hasta ahora, lo único que saben los papás de la víctima es que su hija murió de manera violenta y "con probabilidad de ataque sexual", según contó su abogado, Carlos Nayi. "Los informes preliminares no establecen con certeza cómo y cuándo murió Abril y tampoco determinan de manera contundente si fue asaltada sexualmente antes del asesinato", explicó el letrado después de los resultados de la autopsia.
El único detenido por el crimen fue Ludueña, que está acusado de homicidio agravado por alevosía. El hombre de 35 años vivía en una pensión a media cuadra de la familia de la víctima y la noche en que la nena fue asesinada estuvo reunido con ellos. Una hipótesis señaló qu habría llevado a la pequeña hasta su vivienda y allí fue donde la estranguló.
A pesar de no haber dado ninguna declaración formal ante alguno de los fiscales que tuvo el caso, el detenido comenzó a hablar desde su celda con los efectivos que lo custodian. Lo hizo ante los agentes de la Policía Judicial y también con los guardiacárceles que lo alojaron en un pabellón especial de la cárcel de Bouwer. "No me acuerdo de nada" y "no soy de entender mucho", fue lo que repitió varias veces, según contaron fuentes de la investigación al diario La Voz.
La semana pasada, la mamá del detenido rompió el silencio y salió a defender a su hijo. "Daniel no es un asesino. No mató a ningún sobrino ni violó a nadie", aseguró al canal El Doce, a pesar de que Ludueña confesó que raptó y ahorcó a Abril después de intentar abusar de ella.De acuerdo a la fiscal de la causa, Claudia Palacios, el detenido tiene antecedentes por "delitos contra la integridad sexual".
