Un integrante de la Fundación Nacional del Indio (Funai) murió después de ser alcanzado por una flecha arrojada por indígenas no contactados que habitan la Amazonía brasileña, informaron fuentes oficiales. Rieli Franciscato, de 56 años y quien dedicó más de tres décadas a la protección de los indígenas no contactados de Brasil, falleció poco después de que recibir una flecha en el pecho en la localidad de Seringueiras, situada en el amazónico estado de Rondonia, explicó la Funai en un comunicado.
La Funai no detalló las circunstancias de su muerte. Pero testigos reportaron que Rieli estaba investigando, junto con una patrulla de policías locales, la reaparición en el área de una tribu conocida como “grupo aislado del río Cautario”, indicó el fotoperiodista Gabriel Uchida.
El grupo fue atacado y se refugió detrás de un vehículo, pero, según los testigos, Rieli fue alcanzado por un flechazo en el pecho. Fue trasladado al hospital más cercano, pero sucumbió a la herida. El funcionario era conocido por su trabajo de protección de las comunidades indígenas aisladas, que rehusan contactos con el exterior.
“Rieli dedicó la vida a la causa indígena. Con más de tres décadas de servicios en el área, deja un inmenso legado para la política de protección de esos pueblos”, afirmó en un nota de pesar el coordinador general de Indígenas Aislados y de Reciente Contacto de Funai, Ricardo Lopes Dias.
De acuerdo con la ONG Kanindé, Franciscato era una referencia en los trabajos de protección de los pueblos originarios de Brasil y un férreo defensor de la total ausencia de contacto con los indígenas aislados del país.
El indigenista también actuó en diversas ocasiones para evitar conflictos entre los aborígenes y la población local de Seringueiras, según la ONG, que agregó que los pueblos no contactados de Brasil “corren peligro”, pero “no saben quiénes son sus defensores”.
La Policía de Rondonia explicó a medios locales que Franciscato participaba en una misión en la región con el apoyo de agentes militarizados precisamente para verificar la existencia y el posible contacto reciente de un grupo de indígenas que viven aislados en la zona con residentes locales.
El pasado junio, un grupo de indios no contactados fue avistado por la propietaria de una finca de la ciudad, que llegó a intercambiar una gallina y un hacha por un trozo de carne de caza con los nativos.
En agosto pasado, indígenas cortaron una importante autovía de Brasil en reclamo al gobierno por la deforestación, los incendios y el avance de la pandemia de coronavirus que asola sus territorios.
Actualmente, la Funai reconoce 114 comunidades o etnias que nunca han sido contactadas o que optaron por aislarse de los no indios para huir de masacres, epidemias y agresiones.
Entre esas 114 comunidades o etnias, la existencia de 28 ya fue confirmada mediante expediciones oficiales, mientras que de otras 26 ya se tienen informaciones constatadas documentalmente, pero aún no confirmadas por expediciones. Las otras 60 son registros de los que existen informaciones pero no estudios más profundizados.
Fuente: EFE