A Lola la mataron una y otra vez y lo siguen haciendo. En cada detención y posterior liberación de los 40 sospechosos que tuvo el caso, en el paso del tiempo y especialmente en cada 28 de diciembre, Lola fue y es asesinada nuevamente.
La impotencia por su muerte puede ser más intensa si tenemos en cuenta que la impunidad que lograron los asesinos en este hecho no es por una posible planificación del crimen o una compleja manera de matar sino por la paupérrima investigación de los detectives que desde el primer día manejaron un abanico de hipótesis y de posibles asesinos tan grande y confuso que provocó que siempre volvieran al punto inicial de la pesquisa, es decir, al momento del crimen, sin ninguna prueba contundente para acusar a algunos de los sospechosos.
// La familia de Lola Chomnalez viaja a Uruguay con una carta de Macri para reimpulsar la causa
Pero el profundo dolor que sigue generando el crimen y sus insólitos capítulos escritos por los investigadores uruguayos no impiden que Adriana Belmonte y Diego Chomnalez, los papás de Lola, sigan tan esperanzados de llegar a la verdad en cualquier momento como desde el primer día. El amor por su hija y la fuerza que demostraron todo este tiempo, más algunas nuevas sospechas que se sumaron en los últimos tiempos, hacen que ellos estén convencidos de que la verdad tarde o temprano llegará.
"Seguimos avanzando, esa es la novedad, y creemos que vamos a encontrar a los culpables. Nunca se dejó de investigar y en estos momentos nos sentimos muy bien acompañados por quienes están llevando adelante la investigación”, explicó Diego a TN.com.ar, tratando de evitar dar detalles precisos por el secreto de sumario en la causa y para cuidar la tarea de los detectives.
El otro punto singular que tiene el caso de Lola es el filtro que la Justicia tuvo todo este tiempo para finalmente determinar si cada uno de los sospechosos pudo haber sido el asesino. Se trata de la mancha de sangre encontrada en las pertenencias de Lola. Tiene ADN de un hombre pero no coincide con el ADN de ninguno de los indagados. Hubo ocasiones en las que los posibles criminales detenidos tenían en su contra algunos indicios y hasta hubo un caso en el cual uno de ellos se contradijo en sus dichos y dio ciertos detalles que lo colocaban en la escena del crimen. Pero luego, la mancha de sangre analizada daba negativo en la comparación con su ADN y entonces esos sospechosos fueron liberados.
Es por eso que en la actualidad, los detectives analizan la posibilidad de que esa sangre tal vez no corresponda al asesino y el verdadero autor material del homicidio esté entre los 40 detenidos que tuvo la Justicia. Teniendo en cuenta esta hipótesis, deberían los investigadores encontrar pruebas más sólidas contra los sospechosos para poder señalar a alguno de ellos como el criminal, algo que hasta el momento pareció siempre algo imposible.
Por otra parte, según la reconstrucción del hecho realizada en la escena del crimen, es decir uno de los tantos médanos que hay en la zona más próxima a Aguas Dulces, localidad balnearia vecina a Valizas, habrían sido dos los asesinos, pero solo uno de ellos asfixió a la víctima presionándola boca abajo contra la arena, tras herirla con un arma blanca con escaso filo en su hoja.
Cabe recordar que Lola, aquel 28 de diciembre de 2014, llegó a ese médano caminando sola, por la orilla del mar. Había almorzado con su madrina y su familia y luego partió en una extensa caminata hacia la zona de Aguas Dulces para nunca más volver. El cuerpo de la adolescente, que había llegado el día anterior a Uruguay para esperar allí el Año Nuevo, fue hallado el 30 de diciembre.
Pasan los días y los años tan rápido como pasaron cada uno de los sospechosos por la fiscalía del departamento de Rocha y aún no se sabe quiénes mataron a Lola. El camino de la investigación parece incierto para muchos, sin embargo, para la familia de Lola hay algunos puntos que aún no están claros y que pueden ser la clave para hallar al responsable de la muerte de su hija.
Quien escribe estas líneas tuvo la oportunidad de ver paso a paso la investigación desde el primer minuto, casi desde adentro. Con el equipo de TN y El Trece estábamos trabajando en plena búsqueda de Lola aquel 30 de diciembre en Valizas cuando lamentablemente hallaron a la joven asesinada en el médano. Pudimos hablar con casi todos los sospechosos del caso y ver el trabajo de la Policía y la Justicia local. Es por eso que nosotros también, al igual que los papás de Lola, creemos que el crimen tarde o temprano será esclarecido. Y no es solo cuestión de fe, es saber dónde están los puntos de la investigación que aún no fueron aclarados y estar convencidos de que los asesinos de Lola aún están en Rocha.
