Un jurado popular absolvió a los dos acusados por el doble homicidio de Germán Zuccarelli y Ana Russo, ocurrido en Lanús en febrero del 2024, pero condenó al excomisario Adrián Brulc por tenencia ilegal de armas de guerra y de uso civil.
La decisión se conoció este martes, tras varias jornadas de debate en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Avellaneda-Lanús. El veredicto dejó sin responsables penales por el brutal asesinato del monaguillo y su tía, aunque sí encontró culpable a Brulc por otro delito.
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“Perdón Germán, perdón Ana, por no haber sabido defenderlos, por dejar que te ensucien para defender lo indefendible. Perdón por no haber tenido los ovarios suficientes para defenderte como vos te merecías. Perdón por aquellos que se unieron a quienes te dañaron por el mismo temor que tuve yo. Nuestra humanidad se siente en deuda con vos”, escribió una amiga del monaguillo en sus redes sociales tras conocer el veredicto.
“Hoy estamos tristes, pero no derrotados. No te infartaste, ni tuviste un cáncer, alguien te mato, y es la justicia quien tiene que encontrar a los culpables. Pero la justicia verdadera, no un grupo de improvisados que ni siquiera querían estar ahí”, dijo sobre el jurado popular que los absolvió.
“Quiero creer que en este país existe gente preparada que esté a la altura para encontrar a quienes los mataron a sangre fría. Y espero que ahora, ya que hay tanta inocencia flotando en el aire, tu familia salga con todo a la calle, a gritar que busquen a los culpables, que salgan a pedir justicia”, expresó.
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Germán Zuccarelli tenía 46 años, era monaguillo en la Parroquia Santuario San Cayetano, hincha de Boca y muy querido en la comunidad religiosa. Su tía Ana Russo, de 77, era una vecina reconocida en Villa Obrera.
La noche del 2 de febrero de 2024, Germán acompañaba a su tía de regreso a su casa cuando fueron asesinados a sangre fría. Cerca de las 22, un auto se les acercó y desde adentro dispararon sin piedad. Zuccarelli murió en el acto tras recibir siete balazos; Russo falleció dos días después, tras agonizar en el hospital.

El auto utilizado, un Volkswagen Cross Fox robado, apareció abandonado poco después en Villa Fiorito. Para los investigadores, ese vehículo fue clave para reconstruir el recorrido del asesino y vincularlo con Brulc, excomisario mayor de la Policía Bonaerense.
El proceso judicial arrancó este lunes con la expectativa de esclarecer quiénes planearon y ejecutaron el doble crimen. En el banquillo estuvieron Adrián Brulc y Camilo Baliño, cuñado de Zuccarelli y exgendarme. La fiscalía los acusó de haber actuado en conjunto: Brulc como autor material de los disparos y Baliño como partícipe necesario, aportando información clave sobre los movimientos de las víctimas.

La hipótesis central apuntaba a un conflicto económico sobre una deuda de 15 mil dólares entre Baliño y Zuccarelli por la compra de un auto. Según la acusación, Baliño habría brindado datos precisos a Brulc para ejecutar el ataque.
Durante el juicio, el jurado escuchó testimonios, pericias y reconstrucciones. Los celulares, las cámaras de seguridad y los registros de llamadas fueron piezas centrales para intentar sostener la acusación.
A pesar de la expectativa y el dolor de las familias, el jurado popular decidió absolverlos por el homicidio. Sin embargo, Brulc fue hallado culpable por tenencia ilegal de armas de guerra y de uso civil, ya que en los allanamientos se le secuestró un arsenal sin declarar.



