Aldana Gisel Ojeda de Lucca fue condenada a 12 años de prisión por liderar una banda de violentos delincuentes que en 2001 tuvo en vilo a la zona de el Gran Mendoza durante meses. Sin embargo, desde abril cumple prisión domiciliaria y vive con sus dos hijas menores y el padre de las nenas.
Lejos de esconderse, Aldana decidió contar su vida en TikTok, donde suma casi 8.500 seguidores y algunos de sus videos superan el millón de visualizaciones.
Leé también: La historia de dos abusadores que protagonizarán el primer matrimonio igualitario en una cárcel Entre Ríos
Su paso por la cárcel, el amor y la ruptura con otra reclusa que conoció en el penal, y la reconstrucción personal tras años de encierro y violencia, son algunos de los temas que relata la joven de 28 años a través de las redes sociales. “Para intentar seguir y superarme”, explicó.
“No estaba preparada para entrar a la cárcel”
El caso de Aldana fue mediático desde el principio: una mujer al frente de una organización criminal, encargada de planificar los golpes, coordinar la logística y elegir a las víctimas.
“No estaba preparada para entrar a la cárcel. Tampoco a la exposición”, reconoció ahora la joven condenada, en una entrevista con El Sol.
Durante tres años y ocho meses estuvo detenida en la penitenciaría de mujeres de Luján, en el complejo Almafuerte.
“Me di cuenta adentro del penal que yo no era una persona mala. Estaba perdida”, sostuvo. En ese contexto, se apoyó en una referente del módulo que la protegió y le dio, según sus palabras, un “papel de importancia” dentro del encierro.
En prisión, Aldana atravesó vínculos intensos. Se enamoró de otra presa, se casó y, aunque la relación se rompió cuando obtuvo el beneficio de la domiciliaria, hoy ese amor, la ruptura y el dolor son parte de los relatos que comparte en TikTok.
También la marcó la muerte de una amiga detenida en la misma causa, que se quitó la vida poco antes de recuperar la libertad. “Desde entonces, empecé a mirarme distinto. A pensar en salir adelante”, contó.
“Hablar me ayuda”
En abril, el juez Sebastián Sarmiento —suspendido la semana pasada por el Jury de Enjuiciamiento— le otorgó la prisión domiciliaria. “El juez era, en lo personal, para mí, la única esperanza. Me escuchó”, aseguró.
Hoy, Aldana estudia Licenciatura en Comunicación Social en la UNCuyo (cursa segundo año y no descarta ser periodista), hace pastelería y asiste a terapia.
En la entrevista con el diario local, también habló del vínculo con su madre y del quiebre definitivo con su padre, a quien acusó de haberla abusado de pequeña, aunque nunca radicó la denuncia.
Sobre su exposición en redes, fue clara: “No busco victimizarme, esa superación siempre fue mía. Hablar me ayuda”.
Cómo operaba la banda y los golpes más violentos
La organización que lideraba Aldana se caracterizaba por su alto nivel de violencia. Sus integrantes no dudaban en exhibir armas de fuego para generar terror e incluso disparar si encontraban resistencia.
Según la investigación, la banda se especializaba en robos armados durante encuentros de compra-venta de divisas pactados por redes sociales, principalmente Facebook, y en engaños a personas con problemas financieros para ganarse su confianza.
Leé también: Un preso dijo que el perro le comió la tobillera electrónica y se fugó
Aldana fue señalada como la encargada de organizar los golpes y coordinar la logística junto a su pareja de ese momento (no el padre de sus hijas). En junio de 2021, empezaron a caer los primeros sospechosos y, con el avance de la causa, ocho personas quedaron comprometidas en distintos expedientes.
Entre los hechos más graves está el asalto a la casa de un policía retirado en Guaymallén, que terminó con la víctima y su padre heridos de bala. Según la causa, Aldana se presentó antes en la casa con un nombre falso, simulando ser parte de un grupo inmobiliario para obtener información y facilitar el golpe.
Sin embargo, aclaró que el robo se produjo días después y que ella había pedido a los integrantes de la banda que no lo hicieran. En el juicio abreviado, lo reconoció y en sus videos de TikTok explicó cómo fue ese proceso.
Otro episodio relevante fue el robo armado a un local de ropa en pleno centro mendocino. Cinco personas, entre ellas dos mujeres, irrumpieron en el comercio, redujeron al dueño y se llevaron una suma importante de dinero en pesos y dólares. La fuga terminó tras una persecución policial y un choque, que permitió la detención de parte de la banda y el secuestro de un arma de fuego.
En un juicio abreviado, Aldana reconoció los hechos acumulados por el fiscal Gustavo Pirrello. El acuerdo fue homologado por la jueza Eleonora Arenas, del Juzgado Penal Colegiado Nº1, que la condenó a 12 años de prisión en febrero de 2022. Otros integrantes del grupo recibieron penas menores.


