Eduardo Ferreyra comenzó a alejarse de la familia de su novia cuando se enteró de que su cuñado, Lucas Unzeta, había participado en un brutal robo a una pareja de adultos mayores. Lo que nunca imaginó es que, un tiempo después y por motivos que todavía se investigan, el propio Unzeta lo habría matado sin piedad en plena calle.
El violento asesinato ocurrió el 6 de octubre de 2024 en la ciudad cordobesa de Villa María y quedó registrado por dos cámaras de seguridad: una vecinal y otra municipal. La primera muestra a Ferreyra, de 35 años, caminando por la vía pública a las 12.58 cuando un joven (la justicia busca determinar si se trata de Unzeta) se acercó en bicicleta, lo increpó y lo atacó con un cuchillo tipo tramontina.
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El hombre intentó escapar y corrió gravemente herido unos veinte metros. Según consta en la segunda grabación -de una cámara municipal-, mientras Ferreyra intentaba escapar, fue atacado por la espalda y murió en el acto como consecuencia de las heridas recibidas. Esta filmación no fue incorporada a esta nota debido a que su circulación está prohibida: será una de las pruebas clave en el juicio oral.
El abogado querellante, Alejandro Bianco, reveló en diálogo con TN que la noche previa al crimen hubo una pelea entre Ferreyra y su pareja Carolina, la hermana de Unzeta. No están claros los motivos de la discusión, pero los investigadores creen que pudo haber sido el desencadenante del ataque mortal.
Tras el homicidio, Lucas fue detenido ese mismo día, aunque la jueza de menores no hizo lugar a la prisión preventiva y lo dejó en libertad. La fiscalía insistió tres veces con el pedido de detención, y ahora, con la causa elevada a juicio, se espera que el proceso determine su responsabilidad penal.
Un antecedente familiar marcado por la violencia
Dos años antes del crimen de Ferreyra, Lucas Unzeta y su hermano habían participado en un robo violento en un campo, donde golpearon a una pareja mayor de apellido Cativelli y les robaron todos sus ahorros.
Benjamín, el hijo de la familia Cativelli, buscó venganza: fue hasta la casa de los Unzeta para enfrentarlos, pero mató a Darío Unzeta, el padre de Lucas, de acuerdo a lo que le contó a TN Nadia Brossard, hermana del corazón de Ferreyra y referente de la organización Verdad y Justicia. Ferreyra, al enterarse de ese hecho durante una reunión familiar mucho tiempo después, expresó su temor y decidió tomar distancia de la hermana de Lucas.
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El juicio por el asesinato de Darío Unzeta se realizó en septiembre y Benjamín recibió una pena de 10 años y 8 meses de prisión. Durante los alegatos, declaró la viuda -mamá de Lucas-, quien reconoció públicamente que su hijo había matado a Ferreyra. “Mi hijo lo mató”, dijo ante el tribunal, según relató Bianco totalmente sorprendido ante la confesión.
La declaración de la madre, junto con las imágenes de las cámaras de seguridad, serán pruebas determinantes en el juicio que se aproxima.
Las amenazas a la familia de Ferreyra
La familia de Ferreyra también denunció haber recibido amenazas e intimidaciones provenientes del entorno del acusado. “A ustedes les va a pasar lo mismo que a Eduardo. Les voy a clavar una faca a todos y van a dejar de joder”, fue uno de los audios intimidantes que les hizo llegar Lucas Unzeta.
Estos mensajes de voz fueron presentados ante la fiscalía y, según Brossard, buscan que la familia desista de exigir justicia y participe de marchas y reclamos públicos. Brossard aseguró, además, que Ferreyra sufría violencia de género por parte de su novia, pero nunca se animó a denunciar.
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La primera audiencia del debate oral que tendrá a Lucas Unzeta sentado en el banquillo de los acusados -imputado por homicidio simple- está prevista para el 17 de diciembre a las 9.00. “Vamos a pedir la pena máxima”, anticipó el letrado Bianco.