“Má, mañana te despierto para tomar unos mates”, le dijo Ramiro Díaz a su mamá, Celeste Torres, la noche del 2 de marzo de 2023. Al día siguiente se despertó tarde, no hizo tiempo de desayunar con ella y se fue rápido de su casa. Esa misma mañana, mientras trabajaba como recolector de residuos en el municipio de Ausonia, una localidad cordobesa cercana a Villa María, sufrió un trágico accidente que terminó con su vida. A dos años y medio del hecho, su familia exige justicia.
A las 10.51, el joven de 18 años volvió al corralón a bordo de un tractor agrícola, que llevaba en la parte trasera una carga con un sistema de compactador de basura. El mismo funciona para la recolección de residuos del pueblo, que tiene 1.044 habitantes, según el último censo del INDEC en 2022.
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El conductor era Daniel Rodríguez, que estaba haciendo maniobras de estacionamiento, o por lo menos eso es lo que se presume. Los compañeros creyeron que había finalizado la maniobra y se bajaron, pero por razones que aún no están claras, el tractor arrancó y una rueda pasó por encima de Ramiro.
El encargado del personal del corralón municipal, Adrián Gadea, presenció la situación y reaccionó desesperadamente al ver lo que ocurría. El propio Gadea fue el responsable de alertar a Celeste sobre el accidente. “Me dijo que no había sido nada, que era solo la pierna. Pensé que le ponían un yeso y ya nos volvíamos para mi casa”, contó la mujer en diálogo con TN.

Gadea fue a buscarla y se dirigieron al Hospital Pasteur de Villa María, donde previamente había sido trasladado Ramiro. Allí se encontró con lo peor: el médico le comunicó que su hijo estaba en terapia intensiva con múltiples traumatismos. Tras 17 días internado, finalmente murió el 22 de marzo.
Desde ese día comenzó una investigación que tuvo ideas y vuelas, pero que en el último tiempo comenzó a encaminarse. En mayo de este año, la fiscal de la causa, Juliana Companys, imputó a cuatro personas: el exintendente municipal Mauricio Pajón; el exdirector de Obras Públicas, Rubén Calcagno; el conductor del camión, Daniel Rodríguez; y el responsable del corralón municipal, Adrián Gadea.
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La familia y la querella, representada por el abogado Héctor Villarino, denunciaron que al día siguiente del accidente, Pajón mandó a que pinten y le coloquen luces y un espejo retrovisor al tractor, una tarea que habría estado a cargo de Gadea.
“Cuando ocurrió el accidente, el intendente fue al hospital e intentó lavar su imagen. Me dijo que fue un ´pellizquito´, y mi hijo estaba internado en terapia intensiva. Lo que hicieron fue abandono de persona“, apuntó Celeste.
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Del mismo modo, cargó contra Rodríguez, el conductor del tractor. “Una semana antes del accidente, mi hijo me dijo: ´fuimos con Tomás y Daniel al basural y Daniel casi nos atropella porque jugaba haciendo marcha atrás´. Es un demente“, contó, y sugirió que el conductor “quizás quiso hacerle una joda”.
Una pericia accidentológica clave
El informe pericial accidentológico, elaborado por la perito de control Sandra Elisabet Artero, reconstruye el hecho a partir de un video registrado por una cámara de seguridad: la víctima fue arrollada por “en un tractor que carecía de espejo retrovisor derecho y cuyo estado general y mantenimiento eran deficientes”, señala el documento al que accedió TN.
De acuerdo a la pericia, había una ausencia total de medidas de seguridad laboral y subraya que, aunque la maniobra se realizó a baja velocidad, la combinación de falta de visibilidad, deficiencias mecánicas y ausencia de protocolos de seguridad “fue determinante en el accidente”.
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La querella, representada por el abogado Héctor Villarino, sostiene que hubo negligencia tanto por parte del conductor como del resto de los responsables del municipio. “Queremos que la causa sea elevada a juicio”, solicitó el letrado.

La fiscalía había caratulado inicialmente el caso como muerte por accidente laboral, pero tras el análisis de las pruebas y la participación de la querella, los imputados enfrentan diferentes cargos.
El conductor del tractor, Daniel Rodríguez, y el responsable del personal del corralón, Adrián Gadea, están acusados de homicidio culposo; mientras que el exintendente Mauricio Pajón y el exdirector de Obras Públicas de la municipalidad, Rubén Calcagno, fueron imputados por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los cuatro permanecen en libertad mientras se aguarda la elevación de la causa a juicio.