El policía acusado por el crimen de Bastian Escalante en Wilde declaró en la última audiencia del juicio.
“Disparé porque sentí miedo“, dijo al jurado popular Juan Alberto García Tonzo, de 31 años y quien llegó al debate imputado de homicidio con dolo eventual e intento de homicidio en exceso de la legítima defensa.
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El miércoles 10 de julio de 2024, Bastian Escalante, de 10 años, salía del club Barrio la Carne luego del entrenamiento de la categoría 2014 del fútbol infantil. El nene iba en bicicleta a paso lento y escoltado por su mamá. Caminaron unos 100 metros por la calle Rondeau, llegaron a la esquina y doblaron por Caxaraville. Eran cerca de las 20.30.
Allí vieron venir a los motochorros y a un policía bonaerense de civil al que, segundos antes, le habían intentado robar. Era García Tonzo, que sacó un arma y comenzó a disparar, según determinó la investigación.

El relato del policía sobre la noche del crimen
El agente contó que, a las 20, recibió un mensaje para buscar a su hijo en la Escuela Técnica N°3 de Wilde. “Llegué a la escuela, descendí de la moto y vi cómo se acercaban dos motos con cuatro masculinos con intenciones de asaltarme”, relató.
Según su versión, uno de los asaltantes lo amenazó: “Quedate quieto o te mato”. En ese momento, García Tonzo dio la voz de alto y sacó su arma reglamentaria. “Al escuchar detonaciones, o al menos yo percibí eso, traté de repeler el ataque. Una de las motos se va. La otra no. Cuando se dio cuenta de que era policía, ahí se dio a la fuga”, explicó.
El policía sostuvo que uno de los delincuentes hizo un ademán como si fuera a sacar un arma. “Sentí nerviosismo, miedo. E intenté defenderme”, dijo.
Y sumó: “Traté de resguardar mi vida. Me cubrí con un poste de luz que estaba a un par de metros de la esquina de la escuela y empecé a efectuar disparos”.
El momento en que Bastian fue alcanzado por las balas
Mientras los motochorros escapaban, Bastian y su mamá caminaban a pocos metros. El nene fue alcanzado por dos balazos. “Una vez terminada esta situación (la del asalto), retrocedí a la escuela, me volví a identificar como policía y pedí que avisaran al 911”, recordó García Tonzo.
Poco después, según dijo, escuchó los gritos de una mujer. “Traté de acercarme al lugar, en Caxaraville y Rondeau. Ahí vi a una mamá con un nene en el piso. Había mucha sangre y traté de socorrer. Miraba para todos lados y pedí ayuda”, relató con la voz quebrada.
El agente aseguró que intentó preservar la escena del crimen: “Muchos querían levantar la moto y yo les decía que era parte de la prueba”.

“Nunca lo vi al nene”
García Tonzo explicó que, aunque estaba de franco, llevaba el arma por seguridad. “La zona es muy peligrosa”, justificó.
“Era la primera vez que tenía un enfrentamiento. Sentí miedo por lo que ocurría, y miedo a que se dieran cuenta (los delincuentes) que soy policía”, amplió.
Sobre el momento en que vio a Bastian herido, confesó: “Sentí desesperación al ver a la mamá con su hijo en un charco de sangre. Quería ayudar y no sabía cómo”.
El policía contó que ingresó a la fuerza en 2019 porque “quería ayudar” y que nunca recibió formación para enfrentamientos o situaciones de estrés. “Solo íbamos a un polígono de tiro una vez por mes”, detalló.
“Nunca lo vi al nene”, insistió, y reconoció haber tenido una conducta “negligente”. “El miedo me llevó donde estoy ahora. Cuando disparé, interpreté que estaba en peligro”, sumó.
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El tercer y último día del juicio por el crimen de Bastian Escalante arrancó con la declaración de dos peritos de criminalística que trabajaron en la escena del crimen. Luego, ante el jurado popular, habló Johana Montoya, la mamá del nene.
Qué pena podría recibir el policía
Tras la declaración de García Tonzo, la fiscalía pidió que el policía sea condenado por “homicidio”, mientras que la querella solicitó una condena por el delito de “homicidio con dolo eventual agravado por el uso de arma de fuego”, que podría tener una pena de entre 11 y 33 años.
“Un policía que siente miedo, no puede ser policía”, dijo Mariela Montero, la fiscal de juicio, durante su exposición.
Por su parte, la defensa del policía argumentó: “Hay que entender el contexto. Tonzo sintió miedo. Es un ser humano. Su vida corrió riesgo. No es que se levantó un día con ganas de matar a un nene. Tuvo que tomar muchas decisiones en un minuto. Cometió un error que va a pesar en su conciencia toda su vida. Fue torpe, pero no es un asesino”.