Un delincuente ingresó a robar a una heladería de Mar del Plata y en medio del hecho le dijo una insólita frase a la empleada: “Perdoname, pero te tengo que robar”.
El episodio ocurrió este martes por la tarde en un comercio ubicado sobre la calle Constitución al 6200 de la localidad balnearia. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad del lugar.
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Las imágenes muestran cómo el asaltante ingresó muy tranquilo a la heladería, se acercó al mostrador y fingió ser un cliente más. La secuencia duró apenas unos segundos hasta que finalmente llevó adelante su objetivo.
Muy despacio se dirigió hasta el otro lado del mostrador y se disculpó con la empleada, que estaba visiblemente consternada. “Perdoname, pero te tengo que robar”, le dijo.
Tras ello continuó hablándole mientras sacaba la plata de la caja registradora. Mientras tanto, la trabajadora permaneció sentada en una banqueta, inmóvil.
En ningún momento el ladrón sacó un arma ni se puso violento. Inclusive mantuvo la charla con la joven. Luego del asalto, el delincuente escapó caminando del local. “Llama mucho la atención la situación porque el flaco le pide disculpas cuando le roba, y después le dice: ‘tranquilizate, tomá un vaso de agua, te tengo que robar’”, explicó el dueño del comercio en diálogo con el portal 0223.
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Además, aseguró que toda la situación fue “atípica”, por la forma en la que actuó el asaltante. Hasta el momento no se informó si la Policía logró identificarlo.
Hace apenas dos semanas ocurrió un hecho similar en otra heladería de Mar del Plata. Un ladrón ingresó al local, empujó a una clienta y en medio de amenazas a la cajera se robó la recaudación.

El violento caso ocurrió en una sucursal de Grido, ubicada en el cruce de las calles Alberti y Lamadrid. Todo quedó grabado por la videovigilancia del lugar.
El ladrón entró al comercio con un gorro y la cara tapada por una bufanda. Rápidamente, simuló tener un arma en la mano y se acercó hasta las víctimas: una clienta y la vendedora.
La mujer que estaba comprando se encontraba detrás del mostrador y apenas pudo reaccionar a la situación cuando el delincuente se acercó y le dio un brutal empujón. “¡Anda al fondo, dale, anda al fondo!“, le gritó repetidas veces.
La víctima cayó al piso de manera violenta y, como pudo, se levantó y dio unos pasos hacia atrás. El asaltante, mientras tanto, aprovechó y le sacó la billetera que había quedado sobre el mostrador.