Con las caras impresas en carteles, las voces alzadas en gritos de justicia y el peso de un dolor inmenso, familiares de víctimas del fentanilo contaminado se movilizaron este jueves por la tarde en La Plata. No todos pudieron estar. Algunos viven lejos, otros no llegaron por problemas de salud o por temas económicos. Pero los que sí asistieron hicieron sentir el reclamo generalizado.
Fue una marcha atravesada por la ausencia de respuestas. Pero también estuvo cargada de la presencia de madres, padres y hermanos que llevan meses golpeando puertas, sosteniendo fotos y escribiendo nombres de personas que ya no están.
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La movilización partió pasadas las 15, desde Parque San Martín hasta el Hospital Italiano. Pancartas caseras recién hechas se podían ver en cada mano. “El silencio de los gobiernos, el grito de las familias”, decía una. “No fue un accidente, fue abandono”, rezaba otra. El mensaje era claro y unánime, y pedía cárcel para los responsables.

Durante el acto, varias familias tomaron el micrófono. Algunos temblaban, otros hablaban con una firmeza conmovedora. Nadie improvisó. Las palabras venían del fondo del alma.

“Murieron por la negligencia y el abandono”, expresó la mamá de Leonel Ayala, un docente de Florencio Varela que falleció el 8 de abril en el mismo hospital donde hoy reclamaron verdad y justicia. “No nos vamos a rendir. Nuestra memoria estallará hasta vencer”, gritó ante la multitud.
“Venimos a levantar la voz por los que ya no están”, manifestó su papá. Además, le puso nombre a los responsables: “Los laboratorios que fabricaron el fentanilo, también la ANMAT que recibió 130 denuncias previas, el Ministerio de Salud y el Estado son cómplices”.

La mamá de Daniel Oviedo, un músico de Santa Fe que murió en esa provincia también víctima del fentanilo, gritó que no va a parar hasta ver tras las rejas al que le arrebató a su hijo. Otro familiar pidió que los jueces “se saquen la venda de los ojos y escuchen lo que está pasando”.
La calle se llenó de aplausos, lágrimas, abrazos. Pero también de bronca contenida. “Luchamos para que la salud deje de ser un negocio. Que cada paso que damos resuene como un grito de ellos”, dijo Sol, la mamá de Renato, un chico de 19 años víctima del fentanilo, mientras sostenía el retrato de su hijo como si fuera un escudo.

La marcha avanzó sin disturbios, pero con la firme convicción de que el silencio nunca será una opción. Después de dedicar cada uno un discurso, todos juntos volvieron a marchar alrededor del hospital donde ocurrieron la mayoría de las muertes.
La jornada cerró con el hermano de Leonel cantando una canción de León Gieco llamada “La memoria”, con velas encendidas, las pancartas levantadas bien alto y una única consigna: “justicia”.
La cara de Santiago, una nueva víctima del fentanilo
Entre las personas que asistieron a la marcha estaban los familiares de una de las víctimas, que hasta el momento no se conocía su nombre ni su cara. Se trata de Santiago Castillo, que murió el 8 de mayo.
El joven era papá de un nene de 7 años. Según contó su hermana Anabela, fue al Hospital Italiano porque tenía un dolor fuerte en la panza, el 22 de abril. “Ese mismo día le dieron el alta y le dijeron que tenía un desgarro abdominal”, sostuvo. Sin embargo, ella asegura que el diagnóstico fue errado.
“Fuimos al Hospital Rossi y ahí le detectaron trombosis. Esa era la causa de muerte supuestamente, pero en realidad después descubrimos que le habían dado fentanilo, cuando a nosotros nos habían dicho que le habían dado tramadol para el dolor”, agregó. Entonces, pidieron la historia médica y fue ahí donde saltó la verdad.
“Si no investigábamos nosotras, nada de esto se sabía”, expresó con lágrimas en los ojos, mientras sostenía con una mano el brazo de su hermana y con el otro un cartel que decía “justicia por Santi”.