Una red de narcotráfico internacional que operaba desde el aire y tenía su base en la Argentina está siendo investigada por la Justicia Federal. Ya hay tres personas detenidas, entre ellas una exreina de la belleza boliviana y un joven piloto peruano, pero los verdaderos cabecillas de la organización siguen prófugos.
La banda fue descubierta después de intentar trasladar casi 360 kilos de cocaína desde Bolivia hasta Buenos Aires, en una avioneta con matrícula adulterada que fue interceptada de casualidad tras un aterrizaje forzoso en Entre Ríos.
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La causa, que comenzó en enero de este año con la detención de los primeros dos sospechosos, sumó en las últimas horas un nuevo procesado. Se trata de un piloto de 22 años que había sido detenido en un boliche de Flores, donde llamativamente escondía un simulador de vuelo.
Según la Justicia, su rol en la organización fue clave, ya que habría provisto junto a su padre y su hermano -ambos prófugos y con captura internacional- la aeronave utilizada para el contrabando.
El joven regenteaba el local “Rumba Latina” en el barrio de Flores y se hacía pasar por empresario nocturno. Pero en la parte trasera del local escondía un simulador completo de vuelo con tablero, pedales y manuales de aviación. Lo detuvieron en junio, durante una serie de allanamientos en CABA y el conurbano.

Además del simulador, en su casa encontraron casi cinco kilos de cocaína, balanzas, elementos de fraccionamiento y más de dos millones de pesos. En otro allanamiento encontraron alrededor de 600 mil dólares, más de 2.800 reales, además de monedas, cadenas, brazaletes, dijes y hasta un lingote de un kilo, todo de oro.
El juez federal de Gualeguaychú, Hernán Viri, lo procesó con prisión preventiva por contrabando de estupefacientes agravado y tenencia con fines de comercialización, a pedido de los fiscales federales Pedro Rebollo y Martín Uriona, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR).
También lo embargó por cinco millones de pesos. Según la investigación, él, su padre y su hermano compraron juntos la avioneta Cessna usada en la operación. Y en el boliche practicaba con el simulador y daba clases a otros pilotos.
Aunque declararon que la pagaron 13 mil dólares, su valor real superaba los 100 mil. La nave había sido repintada y tenía una matrícula falsa. Mostraba una identificación argentina (LV-GOP), pero en realidad era boliviana (CP-3806) y su número original era LV-GQA. Estaba tapada con una calcomanía.

El piloto intentó despegarse en su indagatoria. Dijo que solo había puesto el dinero “como un favor a su hermano”, que pensaban usar la avioneta para “vuelos de bautismo y de instrucción” y que el simulador lo tenía en el boliche “por falta de espacio en otro lado”.
Pero para el juez, su explicación no convenció: “Fue un vano intento de mejorar su complicada situación procesal”, escribió en la resolución a la que accedió TN. Según el magistrado, hay pruebas suficientes de su vínculo directo con la aeronave y con la logística del transporte de la droga.
“Si bien de los distintos elementos probatorios recolectados se desprende que el nombrado no tenía dominio ni decisión directa en la concreción de las maniobras -esto es el contrabando del tóxico-, lo cierto es que se comprobó que realizó aportes trascendentales y fundamentales que lo alejan de una consideración completamente ajena a los hechos y lo acercan al rol de colaborador esencial y confiable, ya que su aporte -medio utilizado para trasladar la sustancia-, permitió consumar la maniobra ilícita en trato”, concluyó Viri al fundamentar el procesamiento.
Una Miss Bolivia entre los detenidos por narcotráfico
Esta historia tiene su origen el 22 de enero, cuando una avioneta aterrizó de emergencia en un campo de Ibicuy, Entre Ríos. Eran cerca de las ocho de la noche y la aeronave, una Cessna 210 E, quedó detenida en un camino rural tras quedarse sin combustible.
La Policía llegó al lugar y encontró diez bultos con cocaína, que pesaban casi 359 kilos. Los dos ocupantes de la nave fueron detenidos en el acto: el piloto, un brasileño con antecedentes por narcotráfico en su país, y su acompañante, una joven de 21 años que rápidamente llamó la atención.

Ella era Jade Isabela Callaú Barriga, ex Miss FexpoBorja en Bolivia, conocida como “Chabela”. En redes sociales tenía una vida pública activa, con posteos de viajes, rutinas y frases como “Aquí soy otra y allá soy alguien”. Además, tenía vínculos familiares con un histórico capo narco boliviano, Jorge Adalid Granier Ruiz.
Según la investigación, ella y el piloto brasileño despegaron desde Santa Ana de Yacuma, cargaron la cocaína cerca de la frontera con Paraguay y cruzaron a la Argentina. El destino original habría sido Luján, provincia de Buenos Aires, pero por causas aún no determinadas, aterrizaron de emergencia en Entre Ríos.

Desde ese momento, el expediente no dejó de crecer. La Justicia Federal mantuvo bajo secreto la investigación, mientras sumaba pruebas, peritajes y nuevos allanamientos. Los primeros detenidos fueron trasladados a la cárcel de Ezeiza y ya están encaminados hacia el juicio oral.