Encontraron muerto a Emanuel Centeno, el joven de 28 años que estaba desaparecido desde el pasado 22 de abril en la localidad de Gaiman, en Chubut. La noticia fue confirmada a TN por el abogado querellante, Facundo Bonavitta.
Tras un importante operativo de búsqueda, Centero fue hallado cerca de las 15 de este miércoles en las aguas de río Chubut, a pocos metros del puente San Cristóbal.
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Las autoridades todavía trabajan para establecer en qué circunstancias ocurrió la muerte. “Tiene algunas partes del cuerpo deterioradas por la erosión del río“, expresó el ministro de Seguridad provincial, Héctor Iturrioz.
A su vez, detalló: “Creemos la hipótesis de que quedó enganchado en alguna rama, y con el movimiento reciente salió a la superficie”.
Antes de la desaparición, Emanuel se reunió en una casa con cuatro amigos, que fueron los últimos que lo vieron. “La principal hipótesis es que alguien se lo llevó y posiblemente estamos frente a un homicidio”, aseguró semanas atrás Bonavitta en diálogo con TN.
Tras el testimonio de testigos, que aportaron datos de las personas que habrían estado con Emanuel antes de desaparecer, el fiscal de la causa, Lucas Koltsch, ordenó 12 allanamientos. 10 de ellos fueron en casas de la localidad de Gaiman y dos en Trelew.
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Los investigadores secuestraron distintas prendas con manchas de sangre, en un tanque en desuso encontraron un par de zapatillas Salomón que coincidía con la marca que vestía el joven en el momento de su desaparición, y también encontraron una gorra que usaba todos los días.
“Hay dos o tres amigos con los que se juntaba todo el tiempo. No hablan y dicen que no lo vieron. Es raro”, apuntó Erica Godoy, su madre, en charla con este medio.
La denuncia por la desaparición de Emanuel, que vivía con su abuela de 82 años, fue realizada por su papá, una de las primeras personas en enterarse de lo que pasaba. “Se crio conmigo y mi mamá, pero soy enfermera y conseguí trabajo en otro lado y él se quedó con ella”, sostuvo Erica.
En los últimos días, se había intensificado la búsqueda, a la que se sumaron distintas fuerzas nacionales. El ministro Iturrioz, en la misma sintonía que Bonavitta, también había asegurado que se estaba investigando un homicidio.
El chico tenía una discapacidad motriz por un ACV que tuvo a los 2 años y además sufría epilepsia. Cobraba una pensión por su discapacidad y debía tomar una medicación diaria. Ante esta situación, el letrado explicó que “después de tantos días y sin sus remedios” era difícil encontrarlo con vida.
